PUERTO PRÍNCIPE.
Empresas y oficinas públicas comenzaron a reabrir el lunes en Haití luego de más de una semana de violentas protestas por el alza a los precios de los combustibles y acusaciones de corrupción, que han dejado siete muertos, al menos.
El transporte publico reanudó sus servicios en Puerto Principe, la capital, donde los residentes formaban colas para comprar alimentos, agua y gasolina, mientras que equipos despejaban calles en las que decenas de miles de haitianos protestaron para exigir la renuncia del presidente Jovenel Moise.
Además, en este contexto, el ministro de Asuntos Exteriores del país caribeño, Bocchit Edmond, reportó ayer de la detención de diez personas, de las cuales cinco son ciudadanos estadunidenses, dos de otras nacionalidades y tres haitianos, acusados del delito de conspiración.
El fin de semana pasado, el gobierno anunció que reduciría presupuestos del gobierno y eliminaría todos los privilegios no esenciales para los funcionarios, con el fin de contener las movilizaciones.
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