Escenifican la conquista en la puesta "Águila Real"

La obra de Hugo Argüelles, que aborda el origen de la mexicanidad, se presentará bajo la dirección de José Luis Mejía en el Centro Cultural Tlatelolco

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CIUDAD DE MÉXICO, 11 de agosto.-Convencida de su muerte y desilusionada de su suerte en vida, Isabel de Moctezuma llama a Hernán Cortés para revelarle la guarida del tesoro de Moctezuma, el anhelo de los conquistadores españoles. Previo a su muerte, la hija del emperador confiesa entonces que no existen cofres de oro ni objetos de valor, sino que es el orgullo, la valentía y el conocimiento la fortuna preciada de su padre.

Se trata de la última escena de Águila real, obra de teatro escrita por Hugo Argüelles como parte de una trilogía sobre el periodo de la conquista y la colonia, con la que buscaba descifrar los orígenes de lo que hoy se conoce como mexicanidad, de las raíces de la cultura actual, el pasado del país.

La obra viene de la necesidad de tratar de que la gente comprenda mejor de dónde vienen nuestros orígenes, y nos damos cuenta que no es más que del choque muy accidentado entre dos culturas; somos la consecuencia de ese choque violento”, refiere José Luis Mejía, director de la compañía La Cura que ofrecerá una única función de la obra en el Centro Cultural Tlatelolco.

El montaje se hará el próximo 13 de agosto, fecha en que se concreta la conquista militar de México con la captura de Cuauhtémoc, en el año 1521. El relato, que se estrenó en 1991, recorre el encuentro del mundo prehispánico y del español durante los primeros años del siglo XVI, precisa Mejía.

Lo que vemos en la obra es que no hay una verdad única, pues tanto para los conquistados como para los conquistadores hay una defensa para sus acciones; cada uno enaltece lo que cree que aportó y niega lo que destruyó. Lo cierto es que se dio un encuentro frontal entre dos culturas que en la obra están representadas por Isabel de Moctezuma y Hernán Cortés”, señala de la obra que es parte de las actividades del Museo de Sitio Tlatelolco.

El montaje se centra en la confrontación entre Isabel y Hernán, quienes simbolizan la fusión de dos culturas, y, su hija, Leonor Cortés, el mestizaje. En la última escena, la mujer que en náhuatl se llamaba “Tecuichpo Ixcaxochitzin” reclama al conquistador español no haber valorado la riqueza prehispánica, tanto en su cosmovisión como en sus recursos naturales.

Reprocha, entonces, la invasión de los conquistadores, su violencia, subyugar a las comunidades indígenas y robar literal la riqueza natural. “La postura de Isabel de Moctezuma es a favor de la cultura, su conocimiento, y un rechazo hacia la actitud avasalladora de Cortés, mientras que él señala que de no haber sido los españoles, cualquier otro conquistador hubiera saqueado las tierras con igual violencia”, refiere el director.

En el relato, incluso, Cortés justifica la atrocidad de la conquista con los “beneficios y adelantos” técnicos que trajeron los europeos a tierras mexicas. “Hugo Argüelles presenta a un Hernán Cortés macho, como un depredador, el que ocupa, el que posee, el que arrebata”.

A partir de exponer la visión de ambos personajes, lo que plantea el dramaturgo es presentar a dos personas comunes con pensamientos y emociones propios, más allá de la figura histórica en que se han convertido, agrega Mejía al precisar que el relato resalta pasiones como el amor o la venganza.

Lo que esta obra agrega a la historia que ya conocemos es la humanidad de los personajes, nos permite verlos no como figuras acartonadas, sino como personas que sufrían, que padecían, y esas pasiones juegan un papel importante en sus decisiones; incluso podemos ver un triángulo amoroso entre Cortés, Isabel y La Malinche, ésta última una figura histórica muy importante.

Pero no podemos decir que hay una ficción sobre ellos porque hay mucha investigación histórica detrás de estos personajes, ya se han estudiado mucho y no podemos traicionar la historia real, entonces lo que hacemos es un acercamiento más humano a personajes que ya conocemos”, abundó de la obra que Argüelles escribió junto con La dama de la luna roja (1969) y La ronda de la hechizada (1967)

A decir del director, en el escenario se recrea el ambiente prehispánico lo mismo en la utilería que en el vestuario con la intención de llevar al espectador más de 500 años atrás para provocar una inmersión en el pensamiento de los personajes, e incluso hay un tinte de violencia en el sentido de respetar la historia y entonces dimensionar los orígenes de nuestra cultura actual.

Esta obra le brinda al espectador la oportunidad de identificar el poder de la transmisión oral del conocimiento indígena impregnado de sabiduría y riqueza, que constituye el oro del espíritu y que no es otra cosa que el verdadero tesoro de Moctezuma”, concluye.

¿Dónde y Cuándo?

-          Águila real

-          Se presenta el 13 de agosto a las 19:00 horas

-          En el Foro La Morada del Centro Cultural Universitario Tlatelolco (Ricardo Flores Magón 1, colonia Nonoalco-Tlatelolco)

-          Entrada 100 pesos con descuentos para estudiantes