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Comunidad

Sobrepoblación de ardillas, en camino de ser plaga urbana

Hay zonas de la urbe, como parques y zonas de conservación, donde estos roedores han rebasado por mucho su población natural, advierten expertos

Filiberto Cruz Monroy | 27-05-2013

CIUDAD DE MÉXICO, 27 de mayo.- Las ardillas se han convertido en una plaga en algunos parques y espacios de conservación o deportivos de la Ciudad de México, advirtieron expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Existen tantas especies animales que habitan entre los humanos, que a veces ni siquiera nos damos cuenta de que están entre nosotros. Sin embargo, cuando la población de alguna de estas especies aumenta y afecta de manera directa nuestra vida se convierte en una plaga.

“Es difícil establecer límites cuando una especie animal tiene sobrepoblación; cuando ese nivel de sobrepoblación genera daño, entonces se le denomina plaga. Normalmente el término plaga involucra el que una ardilla como estas tenga niveles de sobrepoblación; esta ardilla sí tiene niveles de sobrepoblación en ciertos lugares de la Ciudad de México y esto facilita o genera que se convierta en plaga por su hábitos alimenticios.”

Así lo explicó Fernando Alfredo Cervantes Reza, investigador del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien dijo que es importante precisar cuántos tipos de ardilla existen en la capital del país y cuáles son plaga.

En un artículo, el investigador Manuel Valdés Alarcón explica que las ardillas son uno de los grupos de mamíferos silvestres más conocidos en las ciudades y se les puede ver en parques y jardines de casas. Las ardillas son roedores pertenecientes a la familia Sciuridae y cuenta con 261 especies en el mundo. En México hay 35 especies.

Estudios advierten que en el Distrito Federal habitan dos tipos de ardilla, una de tipo arborícola y otra de hábitos terrestres.

“En la Ciudad de México tenemos reconocidas dos especies: la ardilla que trepa en los árboles, que es la ardilla problema, y la ardilla que anda entre las rocas, en el suelo; ésta es una ardilla gris que siempre camina con la cola horizontal y está asociada a zonas rocosas, en el Pedregal por ejemplo”, explicó el investigador Fernando Cervantes.

El experto advierte que para nadie es un secreto que hay zonas de la ciudad de México en donde las ardillas han rebasado por mucho su población natural. Algunos especialistas consideran que en condiciones normales hay entre tres y cuatro ardillas por hectárea en un bosque, mientras que en algunos parques puede haber 30, 40 o inclusive más.

“Es relativamente simple darse cuenta de que hay zonas de la capital que están sobrepobladas y que sufren este daño de las ardillas y por lo cual se denomina plaga, en particular todo el Bosque de Chapultepec, la zona de los Viveros de Coyoacán, son dos ejemplos en donde hay una sobrepoblación de estas ardillas”, detalló.

Al respecto Jorge Fuentes, enlace de Comunicación Social de la Secretaría del Medio Ambiente del DF, explicó que dicha dependencia desconoce el problema de las ardillas, ya que es un tema que no trabajan. No obstante, personal del Bosque de Chapultepec al que se le solicitó entrevista para hablar del tema reconoció la problemática, pero explicó que no podían decir nada sin la autorización de dicho funcionario.

Los especialistas de la UNAM detallaron que la especie que genera más problemas, incluso dentro del mismo campus universitario, es Sciurus aureogaster. Esta ardilla gusta de comer los brotes de las plantas y los frutos mermando su capacidad de reproducción.

Todos somos parte del problema, aseguran los expertos. Las ardillas son animales que generan empatía en los humanos y, por lo tanto, muchas veces son alimentadas.

“El problema principal es que la gente las alimenta y en donde no las alimenta las mismas ardillas aprovechan los desperdicios de los seres humanos y los comen; en el Bosque de Chapultepec, a pesar de los grandes esfuerzos que se hacen para recoger la basura, siempre hay ardillas que sacan provecho de esto. Es evidente que si los animales tienen alimento en abundancia se pueden reproducir en abundancia”, aseguró el investigador Cervantes.

Los depredadores de las ardillas como zorros, coyotes, tejones y serpientes no existen en la ciudad. Perros y gatos ferales las depredan, pero no son suficientes.

El experto explica que se han hecho esfuerzos para erradicar las ardillas plaga mediante el uso de veneno, lo cual no funcionó y se suspendió debido a la peligrosidad de afectar a un tercero.

También se han colocado trampas especiales, pero asegura que todos los esfuerzos están limitados por las organizaciones conservacionistas que presionan y no permiten que se sacrifique el exceso de animales porque lo consideran cruel.

En algunos lugares, como los Viveros de Coyoacán, hay letreros que advierten que no se debe alimentar a las ardillas, pero mucha gente no hace caso. Las ardillas pueden transmitir el virus de la rabia o la bacteria que provoca la leptospirosis.

Vecinos que viven cerca de dichos parques donde hay gran concentración de ardillas padecen de otros problemas. Las ardillas son roedores y sus dientes crecen indefinidamente, lo cual las ayuda con el desgaste natural producido al roer madera y frutos muy duros.

En la ciudad las ardillas comen desechos suaves y no desgastan sus dientes, por lo que roen lo que sea para desgastar sus piezas dentarias provocando cortos y otros problemas.

“Yo creo que la solución es insistir y hacer más intensas las campañas de educación ambiental en donde la gente comprenda que son animales bonitos, que ética y biológicamente hay que conservarlos y protegerlos, pero que se deben mantener sus niveles de población bajos debido sobre todo a los problemas que pueden generar en la ciudad”, puntualizó el investigador de la UNAM.

Abejas, inquilinas del DF

En lo que va del año ha habido en la ciudad dos mil 450 atenciones para control de panales

Otra especie que habita las ciudades y que genera fuertes movilizaciones de personal de protección civil son las abejas. Este insecto se ubica en árboles, cableado y construcciones de la Ciudad de México, aunque debido a la gran difusión que se ha dado a campañas preventivas no genera consecuencias de gravedad.

Es en la época de más calor cuando se detecta la presencia de las abejas, pues cuando llueve y sobre todo cuando hace frío no se reporta la presencia del insecto, explicó el Primer Superintendente, Raúl Esquivel Carvajal, titular del Heroico Cuerpo de Bomberos de la Ciudad de México.

“En lo que va del año llevamos dos mil 450 atenciones de abejas en diferentes puntos de la ciudad, sobre todo en las demarcaciones Miguel Hidalgo, Tláhuac, Milpa Alta y Cuajimalpa”, explicó el funcionario capitalino.

Esquivel detalla que ya no existe el problema con las abejas africanas, sino que ambas especies (la europea y africana) se mezclaron y el resultante es el insecto que vemos en la capital del país.

“Ya eso de la abeja africana y europea fue años atrás, ahora es una mezcla, pero no deja de ser un peligro sobre todo para los niños y personas mayores”, aseveró.

Los bomberos cuentan con trajes especiales y su trabajo consiste en acudir cuando alguien detecta un panal. Ahí los bomberos meten la colmena entera en una bolsa de plástico privando de oxígeno a las abejas y provocando su muerte.

El llamado Jefe Vulcano asegura que las abejas en la Ciudad de México no son un problema, aunque sí se hacen llamados para retirar algunos panales. La gran cantidad de retiros de colmenas de abejas podría ser alarmante, pero los expertos advierten un descenso en su número.

“El año pasado tuvimos seis mil 526 retiros y el anterior fueron casi siete mil panales los que se retiraron, por lo que vemos un descenso”, informó Raúl Esquivel.

La recomendación básica para los ciudadanos es no molestar a los insectos y al momento de percatarse donde está la colmena avisar a los bomberos para que acuden y las retiren. Se advierte que no se debe molestarlas y muchos menos tirarles agua u otros objetos. No obstante que se retiran muchas abejas no hay registros de ataques.

“Afortunadamente dentro de este rubro, que es bastante elevado, no hemos tenido que lamentar desgracias con un ser humano; no tenemos registrados ataques este año ni el anterior”, informó el jefe de los bomberos capitalinos.

Por último, Raúl Esquivel pidió comprensión a los vecinos de la colonia Lindavista, ya que no se ha podido retirar un panal y confió en que en breve podrá realizarse la maniobra.

“Tenemos un problema en la calle Zaragoza, en Lindavista, donde están las abejas en la cruceta donde están los cables de 23 mil voltios; la gente nos ha estado hablando que no las hemos retirado, pero desgraciadamente no lo hemos hecho por el riesgo y estamos esperando a que la CFE haga el corte”, aseguró el funcionario.

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