Economía de Banqueta

Día Internacional del Vendedor Ambulante

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Ilustración estilo fotográfico de un hombre y una mujer que atienden un puesto callejero de comida en México. Ambos sonríen mientras ofrecen platillos y bebidas. La imagen representa el impacto humano y cotidiano del comercio ambulante, del cual dependen millones de mexicanos para sobrevivir.
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En México, gran parte de la vida ocurre en la banqueta. Ahí comienza un mercado inmenso que no se ve en los informes oficiales, pero sostiene al país todos los días. Son los vendedores ambulantes: trabajadores que sin oficinas, contratos o seguridad social mueven el mercado más grande e invisible de México, el de la supervivencia.

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Ilustración digital que compara dos mundos: la ciudad corporativa y la calle con comercio informal, representando el contraste entre la economía formal e informal en México. Se destacan datos clave como el 24.8 % del PIB y el 55 % de la población ocupada en la informalidad.

Más de 1.48 millones de personas viven directamente del comercio ambulante, de acuerdo con la Secretaría de Economía. Pero no están solos: forman parte de la economía informal, un fenómeno que representa 24.8 % del PIB nacional y donde labora el 55 % de la población ocupada, según el INEGI.

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Ilustración estilo realista que muestra a varios trabajadores informales en una calle mexicana: un mecánico, una campesina, un repartidor en bicicleta, una empleada doméstica y una vendedora de globos. Representan los más de 30 millones de personas que laboran en la economía informal del país.

La informalidad no es un rostro único. Además de los puestos callejeros, se extiende a autoempleados, microemprendedores familiares, empleadas domésticas, mecánicos, agropecuarios, costureras y repartidores de aplicaciones.

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Ilustración digital tipo fotográfica de una vendedora ambulante sonriente en su puesto de comida, rodeada de botellas con salsas y alimentos preparados. La escena refleja los datos clave del perfil del vendedor ambulante en México: mayoría mujeres, jefas de familia y con jornadas superiores a 48 horas semanales.

En conjunto, suman alrededor de 30 millones de trabajadores que sostienen su ingreso sin registro fiscal, sin seguridad social y sin créditos.

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Ilustración tipo fotográfica de un mercado callejero abarrotado en una plaza del Valle de México. Decenas de puestos ambulantes con toldos de colores ocupan casi toda la vía, reflejando cómo el comercio informal está presente en 1 de cada 5 manzanas. Incluye datos de Edomex, CDMX y Puebla.

El rostro del vendedor ambulante revela la dimensión humana del fenómeno:

  • 58 % son mujeres, y 70 % son jefas o jefes de familia.
  • Ganan en promedio $4,120 pesos al mes y trabajan más de 48 horas semanales.
  • Su oficina es la calle. Ahí cocinan, venden, cargan, conversan y forman comunidad.

Ahí sobreviven.

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Ilustración realista de puestos ambulantes en una calle al atardecer. Varios vendedores ofrecen jugos y fruta bajo toldos de colores, reflejando cómo los ambulantes operan como microempresas que dependen del flujo diario, aunque sin RFC ni registros formales. Imagen vibrante y luminosa.

El ambulantaje se concentra principalmente en Estado de México (224 mil), CDMX (170 mil) y Puebla (135 mil). En el Valle de México, una de cada cinco manzanas tiene al menos un puesto callejero. Para algunos, son un desorden urbano; para otros, son la única forma de participar en una economía que no siempre los incluye.

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Ilustración realista que muestra a un vendedor ambulante dándole la mano a una empresaria frente a una oficina de desarrollo económico. Representa la relación entre los negocios informales y las Pymes en México, donde el 64.3 % de las unidades económicas operaban sin formalidad en 2023.

La mayoría de los negocios en México —incluyendo ambulantes y miles de Pymes— operan fuera de la formalidad. Comparten el mismo ADN económico: capital mínimo, márgenes bajos, vulnerabilidad constante y dependencia del flujo diario.

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Ilustración tipo fotográfica de vendedores ambulantes preparando sus puestos en una calle mexicana. Algunos colocan manteles y otros organizan productos como botellas, frutas y jugos. La imagen simboliza la necesidad de reconocer a quienes trabajan sin seguridad social y sin red de apoyo institucional.

La única diferencia es la formalidad: registros, trámites, RFC, IMSS.

La operación es la misma.

Por eso, entender al vendedor ambulante no es romantizar la informalidad, es entender el origen mismo del emprendimiento en México.

De hecho, 95.5 % de las unidades económicas del país son micro-negocios, y muchos comenzaron justo ahí: en la calle.

Integrarlos no significa desaparecerlos. Significa reconocerlos como parte real del ecosistema productivo y construir vías para que accedan a capacitación, permisos, financiamiento y oportunidades.

Porque aunque no aparezcan en los informes del gobierno, sin ellos la economía simplemente no caminaría.

Son la base silenciosa del movimiento del país.

Son la economía que late en cada esquina.