Los gatos y ratones se arman para la batalla

Afilan espadas y remiendan armaduras; el artista Jeff de Boer ha creado complejas corazas para ambas especies que exceden la creatividad y el detalle

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CIUDAD DE MÉXICO, 9 de enero.- La contienda se ha vuelto encarnizada. Los equipos hacen acopio de su valor y sus mejores armas, ya sea como elegantes caballeros medievales, enigmáticos samuráis o fuertes gladiadores.

Se preparan para otro combate. Afilan espadas y remiendan armaduras para enfrentarse en el campo una vez más.

Sólo que no se trata de hombres gallardos, sino de roedores y felinos, quienes se han entretenido con este juego por muchos años; tan es así que ha servido de inspiración al artista Jeff de Boer, quien tiene 30 años desarrollando este oficio y domina el uso de los metales como el cobre y el bronce para materializar sus creaciones.

El escultor, quien actualmente radica en Calgary, en la provincia de Alberta, Canadá, relata en su página web, jeffdeboer.com, que la idea de elaborar las armaduras surgió en la década de los ochenta, cuando comenzó a estudiar sobre su historia, aunque la primera que fabricó –de un gato– fue por una ocurrencia para un proyecto de la clase de escultura, cuando aún formaba parte de la matrícula en la Universidad de Alberta.

“Se veía bien, pero era un mal ejemplo de armadura. Resulta que mi tendencia para explorar opuestos entró en juego en este momento”, asegura.

Sin embargo, un libro de Alberto Durero fue lo que le permitió conceptualizar mejor algunos bocetos, “así que todo tuvo sentido. En primer lugar, tuve muchos de años de experiencia y conocimiento de la armadura. En segundo lugar, yo había hecho un ejemplo de armadura de gato, pero sentí que podía hacerlo mejor. En tercer lugar, yo estaba trabajando en el departamento de joyería y tenía acceso a los tipos de herramientas que se necesitaría para producir un traje real de la armadura de un ratón. El momento era la suma total de todo lo que se une. Así que, como resultado de tener armadura hecha para un gato, yo sentí que había creado un desequilibrio en el universo. La única forma de arreglarlo era hacer lo mismo con el ratón”.

Creatividad y paciencia

Jeff de Boer dice que la elaboración de cada pieza no tiene una duración específica.

Sin embargo, aclara que ésta varía en función de su complejidad, lo que hace que se lleguen a cotizar desde mil 500 hasta 25 mil dólares cada una, pero la armadura de un ratón puede tomar desde diez hasta 40 horas, mientras que la de un gato, de 50 hasta 200 horas. 

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