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Murió Desmond Tutu, icono de la lucha contra el apartheid

El arzobispo sudafricano, Premio Nobel de la Paz 1984, abogó por sanciones contra el régimen de supremacía blanca de Pretoria.

AFP y Reuters | Johannesburgo | 27-12-2021
Fotografía: Reuters

El arzobispo anglicano Desmond Tutu, un símbolo de la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, galardonado con el Premio Nobel de la Paz, murió ayer a los 90 años.

Su funeral tendrá lugar el 1 de enero en la Catedral de San Jorge de Ciudad del Cabo, su antigua parroquia, y cerrará una semana de actos de duelo, dijo su fundación en un comunicado.

Hasta entonces, las campanas sonarán cada día diez minutos para recordarlo y las banderas del país ondearán a media asta, informó el presidente Cyril Ramaphosa, quien horas antes subrayó que Tutu sería recordado como “un hombre de extraordinaria inteligencia, integridad e invencibilidad contra las fuerzas del apartheid”.

Dirigentes y exdirigentes de todo el mundo rindieron tributo al arzobispo, entre ellos el presidente de Estados Unidos y la primera dama, Joe y Jill Biden; el expresidente de EU Barack Obama, otro premio Nobel de la Paz; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, y el papa Francisco.

Revolución de paz

Tras la llegada de la democracia en 1994 y la elección de su amigo Nelson Mandela como presidente, Desmond Tutu, que dio a Sudáfrica el apelativo de “Nación del Arcoíris”, presidió la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, creada con la esperanza de pasar la página del odio racial.

El Arch, diminutivo de arzobispo en inglés, estaba debilitado por un cáncer de próstata diagnosticado en 1997 y ya no hablaba en público.

Murió a las 07:00 de la mañana (hora de Sudáfrica), según varias personas cercanas.

Como líder religioso, encabezó marchas pacíficas contra la segregación y para abogar por sanciones contra el régimen de supremacía blanca de Pretoria.

A diferencia de otros militantes de su época, sus hábitos lo salvaron de ser encarcelado y su lucha pacífica fue reconocida con el Premio Nobel de la Paz en 1984.

Fue un duro crítico de los sucesivos gobiernos del Congreso Nacional Africano que combatieron el apartheid, y fustigó al expresidente Thabo Mbeki, pero también señaló la corrupción en la lucha contra el sida.

En todos los ámbitos criticó el statu quo en temas como la raza y los derechos de los homosexuales. Incluso dio su apoyo al movimiento en favor de la muerte asistida.

Me he preparado para mi muerte y he dejado claro que no quiero ser mantenido vivo a cualquier costo”, manifestó en una columna publicada en The Washington Post en 2016. “Espero que se me permita pasar a la siguiente etapa de la vida de la forma que yo elija”, concluyó.

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