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Las cicatrices que dejó ‘Katrina’

La imagen de los sobrevivientes que pedían auxilio aún permanece latente en la memoria colectiva

Claudia Villanueva / Fotos: AFP | 29-08-2015

CIUDAD DE MÉXICO, 28 de agosto.- A diez años de que el huracán Katrina dejara bajo el agua a Nueva Orleans y causara la muerte de 1,833 personas, la imagen de los sobrevivientes que pedían auxilio desde las azoteas aún permanece latente en la memoria colectiva y las heridas no han cerrado por completo.

Katrina no sólo devastó la capital del blues y el jazz al destruir el sistema de diques que provocó su inundación, sino también quebró la confianza de los ciudadanos en un gobierno al que se le acusó de negligente.

Jeanne Hamrick, encargada de prensa de la Cruz Roja Internacional, dijo a Excélsior que Katrina fue “un acontecimiento sin precedentes por su tamaño y alcance, ya que obligó al desalojo de toda un área metropolitana” y que la respuesta de ese organismo ante la catástrofe superó cualquier antecedente.

“Fue el primer desastre en el que la Cruz Roja sirvió un millón de comidas en un solo día”.

El huracán Katrina se formó el 23 de agosto de 2005, pero cobró fuerza sobre el Golfo de México cinco días después y para ese momento ya había golpeado al estado de Florida.

El entonces alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, ordenó la evacuación de la ciudad después de que la tormenta se convirtió en categoría cinco con vientos sostenidos de 250 kilómetros por hora, la más alta en la escala Saffir-Simpson, según confirmó el Centro Nacional de Huracanes (CNH, por sus siglas en inglés).

El caos imperó en la ciudad con las autopistas atascadas y quienes no pudieron evacuar pasaron la noche en refugios incluyendo el estadio Superdome donde unas nueve mil personas pernoctaron, destacó la cadena británica BBC.

Al día siguiente Katrina golpeó la costa del Golfo, causando estragos en los estados de Mississippi Alabama y Luisiana, siendo éste último el estado más afectado, ya que se perdieron 1,577 vidas. De acuerdo con datos de la cadena estadunidense CNN, 40% de esas muertes fueron causadas por ahogamiento, 25% por lesiones y 11% fueron por enfermedades del corazón.

Lo que ocasionó la inundación en la ciudad sureña fue la ruptura de los diques de contención del río Mississipi y el lago Pontchartrain debido a la fuerza del viento, la cual fue confirmada por los especialistas después de que el alcalde ordenó la evacuación.

La lenta respuesta por parte del gobierno quedó evidenciada cuando la gobernadora de Luisiana, Kathleen Blanco, declaró estado de emergencia tres días antes de que Katrina tocara tierra y solicitó al entonces presidente George W. Bush la declaración de emergencia federal, lo que no sucedió hasta el 29 de ese mes.

Mientras los sobrevivientes carecían de lo necesario, el Presidente elogió al entonces director de  la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), Michael Brown, por sus labores y le dijo “Brownie, estás haciendo un gran trabajo”, aunque días más tarde fue relevado de su cargo.

 En ese momento la gestión de Bush ante la tragedia fue criticada por algunos sectores que consideraron tardía su actuación debido a que los afectados eran negros y pobres. En 2010 el ahora expresidente aseguró en sus memorias, Decision Points, que las acusaciones de racismo en su contra durante esa crisis representaron “el peor momento de mi presidencia”.

Días después, el exsecretario del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos, Michael Chertoff, sostuvo que los proyectistas del gobierno no predijeron que ese desastre podría ocurrir, pero de acuerdo con CNN, funcionarios gubernamentales, científicos y periodistas advirtieron de ello durante años, ya que aseguraron que los diques se contruyeron para soportar huracanes de categoría tres.

Con el paso de los días la magnitud del desastre era más evidente, los sobrevivientes pedían auxilio desde las azoteas y otros trataban de abrirse camino a través del agua para llegar al Superdome en busca de refugio, pero la situación allí también era caótica porque cerca de 20 mil personas permanecían en el lugar en condiciones precarias, sin agua ni alimentos necesarios.

Otros de los problemas que enfrentó la ciudad fueron los saqueos y las enfermedades ocasionadas por las condiciones insalubres.

Debido al paso de Katrina la población de Nueva Orleans se redujo de 484,674 personas en abril de 2000 a 230,172 en julio de 2006, una disminución de más de 50%. Para el año 2014, la población alcanzó aproximadamente los 384,320 aunque aún no se recupera, según la Oficina del Censo de Estados Unidos.

La vida después de Katrina

El paso del huracán fue un desastre natural que dejó ver tanto la vulnerabilidad de una de las naciones más poderosas del mundo y en ese momento la FEMA fue duramente criticada  por su lentitud frente al desastre, pero Daniel Llargués, portavoz de la agencia, aseguró a este diario que “en estos 10 años hemos implementado muchas mejoras teniendo en mente al sobreviviente y siempre en coordinación con los estados”.

Uno de los cambios que se dieron después de Katrina en materia de respuesta a desastres fue que ya no se requiere la declaratoria presidencial para que FEMA empiece a coordinar la logística e inicie el proceso de enlace con los estados para saber lo que se requiere en el lugar y con ello dar una respuesta más rápida, pronta y efectiva, explicó Llargués.

Actualmente FEMA cuenta con equipos de manejo de incidentes que están integrados por gente capacitada en el manejo de emergencia y que puede desplazarse a una comunidad o un estado, ya sea en víspera de un evento o inmediatamente después de que ocurra, para dar “una respuesta más pronta y efectiva, precisó.

FEMA ha proporcionado más de 15 mil millones de dólares para los cuatro estados del Golfo para los proyectos de obras públicas, tales como la reparación y reconstrucción de carreteras, escuelas y edificios, en los 10 años, y 6.7 mil millones dólares en ayuda para la recuperación de las personas y sus hogares.

Una década ha pasado y “en Nueva Orleans hay dos opiniones (con respecto al huracán Katrina), la de aquellos que prefieren olvidar y la de los que no”, aseguró  a  este rotativo Russell Lord, curador de la muestra Ten Years Gone del  Museo de Arte de Nueva Orleans (NOMA, por sus siglas en inglés). 

Para el diario estadunidense The New York Times, “no es correcto decir que Nueva Orleans está de vuelta. La ciudad no regresó, no como era”, ya que faltan tanto las personas que murieron como aquellas que ahora viven en otro lugar.

Esa muestra de arte en el NOMA es parte de los tantos eventos que durante esta semana se organizaron para conmemorar el décimo aniversario.

El presidente Barack Obama llegó a Nueva Orleans el jueves pasado y se reunió con los residentes, más tarde dio un discurso en el centro comunitario Andrew P. Sánchez donde aseguró: “esta ciudad se mueve en la dirección correcta y nunca he estado más seguro de que juntos vamos a llegar a donde tenemos que ir”.

 

Ayuda mexicana presente en EU

México se ha caracterizado por ser un país solidario ante las tragedias que han azotado a diversas naciones y los damnificados por el huracán Katrina fueron testigos de ello.

Tanto el buque Papaloapan, de la Armada de México, que zarpó el 5 de septiembre de 2005, como un convoy del Ejército mexicano, que tres días después cruzó el puente internacional en Laredo, Texas, prestaron ayuda humanitaria.

En ese momento el presidente estadunidense, George W. Bush, destacó la participación conjunta de tropas mexicanas y de su país en tareas de reconstrucción en la zona del Golfo de México devastada por el huracán Katrina.

Por Claudia Villanueva

 

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