CIUDAD DE MÉXICO
Vecinos de la Colonia Granjas México, en la delegación Iztacalco, no confían en las obras de mitigación del hundimiento que se formó en la calle de Añil presuntamente por los efectos de la construcción de una megaobra de unos 17 pisos en el predio Viaducto Río de La Piedad 515.
Los residentes de la zona piensan que las obras de mitigación no resuelven a fondo el problema de que el hundimiento dejó al descubierto ductos de Pemex en donde se transportan hidrocarburos.
Y consideraron que su seguridad está en peligro pues temen que, por efectos de la excavación y construcción de un centro comercial, hotel y oficinas, los ductos puedan reventar y provocar una explosión.
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Este domingo, trabajadores de la constructora de la megaobra realizaban trabajos para reemplazar unos 150 metros lineales de tubería de drenaje.
Explicaron que en la calle Añil operaba tubería vieja de asbesto que se vio taponeada por basura y lodo lo que generó que las aguas negras comenzarán a filtrarse y a reblandecer el suelo, generando un hundimiento en la calle Añil, entre Azúcar y Brea.
Sin embargo, no explicaron el procedimiento para garantizar que los ductos de Pemex no sufran daño.
Obra en Iztacalco deja al descubierto ductos de Pemex
La información: https://t.co/ywZctIsGSL pic.twitter.com/TJ3Xb42kBc— Periódico Excélsior (@Excelsior) August 26, 2018
Actualmente, unos 20 metros lineales de ductos están expuestos y sólo fueron protegidos por una contención de madera sostenido con tubos.
Miguel Monterrubio, vecino de la calle Añil, consideró que el riesgo es latente.
“Están arreglando lo que es el drenaje, pero tenemos expuestos los tubos de Pemex, entonces es un peligro latente de que puede ser un accidente de consecuencias lamentables”, dijo.
*jci
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