Danzón en la Ciudadela: ‘Nos oxidamos si no nos movemos’

CIUDAD DE MÉXICO.

Después de casi cuatro meses, la Plaza de la Ciudadela luce despejada para el danzón.

Aprovechando el día festivo, ayer un grupo de adultos mayores acudió al lugar que desde hace más de 20 años ocupan para dar unos pasos de baile.

El pasado martes la mayor parte de los 360 maestros de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), procedentes de Chiapas y Guerrero, retiraron los campamentos que habían instalado desde el 26 de mayo.

Un día antes habían participado en una marcha contra la Reforma Educativa, tras lo cual pretendieron instalarse sobre avenida Bucareli, pero fueron retirados por la policía y se establecieron en La Ciudadela, donde permanecen hasta el momento 90 personas.

Uno de los ancianos que se adelantó al tradicional sábado de danzón fue Jesús Castro, de 71 años, quien quiso constatar de primera mano que la plaza estuviera libre.

Es un espacio en el cual nos recreamos. Yo su servidor tengo 71 años y acudí a otros lugares en la delegación Gustavo A. Madero porque también tienen espacios para bailar, pero desgraciadamente este era nuestro lugar. Creo que es una terapia y ya necesitamos movernos porque si no, nos oxidamos”, declaró a Excélsior.

Una pareja, Juan Ramírez y María Elena, se sorprendieron de ver el escenario de La Ciudadela barrido y lavado. Aprovecharon para practicar un rato danzón, con la idea de que este sábado podrán estar con sus amigos del grupo de baile.

Ahorita nos dimos cuenta y venimos, está muy bonito. Entendieron (los maestros de la CNTE) que este espacio es de los vecinos”, dijo la mujer, sonriente.

700 metros cuadrados de la Ciudadela fueron liberados el martes.

La señora Berenice Urbieta también llegó para descubrir que de nueva cuenta los sábados serán de esparcimiento para ella y sus amigas.

Con las uñas pintadas con estilo tricolor y un vestido rojo de tirantes, la mujer de la tercera edad celebró que el escenario les fuera devuelto.

Vine a checar y nos da mucho gusto que ya no estén, porque sí nos quitaban mucho espacio. ¿A dónde querían que nos fuéramos?”, preguntó, ya lista para dar unos pasos.

En tanto, algunos vecinos y familias que paseaban por el lugar tras acudir al Desfile Militar celebraron poder andar con sus hijos en la plaza sin tener que rodear el campamento.

No sabe lo que era pasar aquí todas las mañanas y soportar el olor a suciedad. Respetamos los derechos de los demás, pero los derechos deberían terminarse cuando afectan los de nosotros”, declaró el señor Ortega, quien iba acompañado de sus tres hijos y su esposa.

A media semana la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México, mediante sus Direcciones General de Gobierno y de Concertación, acompañó el repliegue del plantón de la CNTE.