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Jaloneos; se disputan los líderes control del movimiento

La Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET) y el Consejo Nacional de Huelga (CNH) tenían diferencias sobre quién organizaría las protestas, sus motivos y si debían negociar o no

Andrés Becerril | 12-08-2018
Jaloneos; se disputan los líderes control del movimiento
Alumnos de la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET) y del Consejo Nacional de Huelga (CNH) se atribuían la convocatoria de una nueva marcha hacia el Zócalo; en la imagen se muestra la protesta realizada el 2 de agosto de hace 50 años.

CIUDAD DE MÉXICO.

José Rosalío Cebreros, dirigente de la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos —una de las organizaciones que jaloneaba para quedarse con el control del Movimiento Estudiantil, vinculada al PRI—, convocó hoy hace 50 años a una manifestación donde participarían alumnos del Poli, la UNAM, Chapingo y las Normales de maestros.

En la nota que publicó Excélsior el 12 de agosto de 1968 se informó que la manifestación, a la que por separado también había convocado el Consejo Nacional de Huelga (CNH), saldría a las cinco de la tarde del Casco de Santo Tomás.

En la convocatoria al pueblo de México, a estudiantes y padres de familia, el CNH apeló a los artículos sexto y séptimo de la Constitución Política: “La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición jurídica o administrativa, y es inviolable la libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquier materia”.

También el CNH recordó a su convocados que las demandas de los estudiantes, principalmente la destitución de los jefes policiacos y la desaparición del cuerpo de granaderos, no habían sido cumplidas por las autoridades y que ese elemento había sido el motivo por el cual la huelga de estudiantes en distintos puntos del país se había extendido.

El CNH informó que la manifestación sería pacífica y que los contingentes del Poli, la UNAM, de la Normal de Maestros y la Nacional de Agricultura, Chapingo, irían alternados.

Para evitar confusiones, se prepararon brigadas de acomodo, mismas que, dijo el CNH, se encargarían de cuidar la marcha ante probables casos de represión o algún tipo de cerco, para poder agilizar el desalojo ordenado de los participantes.

Se organizaban dos columnas, con un equipo motorizado en la vanguardia de éstas, para prevenir cualquier intervención ajena al Movimiento. Para esta manifestación, estudiantes del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) fueron encargados de filmar la memoria de esa marcha.

Los del CNH determinaron que, en caso de no poder llegar al Zócalo capitalino, el contingente se desperdigaría por el primer cuadro de la Ciudad de México, creando mítines relámpago y procurando eludir choques francos con la fuerza pública.

Pero si se se cumplía con el objetivo de llegar a la Plaza de la Constitución, ahí se realizaría un mitin con la participación de cuatro oradores, uno por cada institución participante, con discursos que estarían basados en los temas clave del Movimiento Estudiantil: por qué de la manifestación; situación político-social del momento; legalidad, y los medios que el gobierno ha usado para romper las movilizaciones.

En la misma información del diario, Cebreros anunció que el paro de actividades en el Poli continuaría de manera indefinida en los 21 planteles tecnológicos que la FNET tenía bajo su control.

También confirmó que la FNET había acordado la organización de asambleas afines a la federación para ahí empezar a construir la comisión mixta a la que convocó el regente, Alfonso Corona del Rosal, al director del Instituto Politécnico Nacional, Guillermo Massieu; y rechazó que ésta fuera condicionada a que los jefes de la policía, los generales Luis Cueto Ramírez, Raúl Mendiolea Cerecero y Alfonso Frías, pidieran licencia a sus cargos.

Cebreros también dijo que se acordó la jerarquización de las demandas contenidas en el pliego petitorio, de acuerdo con las posibilidades que tendrían para ser atendidas, y solicitarlas de manera mediata o inmediata.

José Rosalío Cebreros declaró, hoy hace 50 años, que se habían tomado tales decisiones en virtud de que la actitud del CNH, al no transigir con las autoridades para establecer la comisión investigadora, eran “oportunistas” y “aventureras”.

Apoyo desde Morelos

Ese mismo día, en las páginas de El Periódico de la Vida Nacional se publicó la información de que la Universidad de Morelos apoyaba a los estudiantes paristas de la Ciudad de México.

Teodoro Lavín González, rector de la Universidad Autónoma de Morelos, anunció a Excélsior que se había tomado el acuerdo, en asamblea general de alumnos, de suspender indefinidamente las labores en las escuelas de Arquitectura, Leyes, Comercio y Administración, así como en las escuelas preparatorias.

Mencionó el rector que en fila para sumarse al paro estaban las escuelas de Biología y Química, la Normal, Enfermería, Educadoras y las secundarias de Puente de Ixtla y Cuernavaca.

“No hay universitario que no defienda la autonomía; en consecuencia, yo, como universitario, estoy de acuerdo en que se haga lo necesario para defenderla; pero pacíficamente, sin excesos ni violencia”, declaró el rector Lavín González.

“Creemos que esto se resolverá pronto por la cercanía de la Olimpiada, compromiso que tiene México, y durante el cual vendrán muchos visitantes que no deben de llevarse una mala impresión. Deben prevalecer los intereses de la patria”, agregó.

En la convocatoria a la manifestación del día siguiente, hecha por el CNH y que se hizo pública hace 50 años, la dirigencia estudiantil subrayó que con las últimas manifestaciones en la Ciudad de México y en otras partes del país queda de manifiesto que estudiantes, maestros e intelectuales exigen una solución de las demandas ordenada y pacíficamente, y que ellos nunca han sido los agresores, que la violencia y las  agresiones han llegado desde la intervención ilegal de fuerzas policiacas y militares.

“Que una manifestación sin policías es una manifestación pacífica. Debido a que no hemos sido escuchados, queremos demostrar nuestra unidad y combativa firmeza, manifestando ante México —ordenada y pacíficamente— nuestras ideas. Hacemos uso de nuestro derecho a manifestar, sin intención alguna de enfrentamiento con ningún aparato represivo; en caso de que lo hubiera, responsabilizamos a esos aparatos y a sus autoridades más altas de la provocación”.

Tanto en un desplegado, como en una información pública, Excélsior dio a conocer en su edición del 12 de agosto de hace 50 años que los directores de las 26 escuelas del Poli, “conscientes de la gran responsabilidad de coadyuvar al éxito del año escolar de 373 mil alumnos del IPN”, se pronunciaron en favor de las directrices marcadas por el director de esa institución, Guillermo Massieu, y exhortaron a los estudiantes a reanudar las clases “hoy”.

Los directores politécnicos pidieron al alumnado que, “sin hacer a un lado la lucha por las causas justas y factibles”, ayuden a la reanudación de las labores administrativas que harán posible la realización del periodo de exámenes finales programado a partir del 15 de agosto, como está prescrito en el calendario oficial.

En la primera plana de Excélsior del 12 de agosto de 1968 seguían publicándose las condolencias por la muerte de Manuel Becerra Acosta, director general de Excélsior.

En la Primera Edición de Últimas Noticias de Excélsior del 12 de agosto de 1968 se publicó la información sobre el conflicto estudiantil titulada “Los estudiantes se oponen a la huelga”.

En ese texto se marca la diferencia entre la FNET y el Comité de Huelga de Estudiantes Técnicos, que se esforzaban por mantener el paro en 22 escuelas.

En el cuerpo de esa información aparece la posición de los representantes de la Sociedad de Alumnos de la Escuela Libre de Derecho, Luis Pazos de la Torre y Jorge Adame G.

Pazos de la Torre, que se convirtió en militante panista y trabajó en los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón, y Adame G., quien es investigador del Instituto de Ciencias Jurídicas de la UNAM, declararon entonces que repudiaban los insultos, las amenazas y las provocaciones de los líderes politécnicos de la huelga.

En esa nota quedó registrada la denuncia de que el viernes 9 de agosto de 1968 un grupo de estudiantes del Poli llegó a las puertas de la Libre de Derecho a exigir la suspensión de clases y el cierre inmediato de la escuela.

“Nosotros —dice la declaración escrita—, los estudiantes de la Escuela Libre de Derecho, hemos representado siempre a una parte del estudiantado auténtico de México, el cual se distingue por su labor positiva y creadora que tiene como objeto y fin los intereses de la patria”.

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