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Histórico 1968: Diálogo en 394 caracteres

Los estudiantes resolvieron seguir la huelga y buscar cómo capitalizar el apoyo social que había obtenido en la última marcha, mientras alumnos de la Ibero se solidarizan con el movimiento estudiantil

Andrés Becerril | 15-08-2018
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Las muestras de solidaridad de escuelas de educación superior privadas y universidades de otros estados seguían llegando. Foto archivo: Excélsior

CIUDAD DE MÉXICO

En un boletín de prensa de 394 caracteres publicado íntegramente el jueves 15 de agosto en la primera plana de Excélsior, el gobierno de la Ciudad de México buscaba un acercamiento con los estudiantes, aunque con no muchas ganas.

El título de la nota periodística dice: “Desea dialogar con alumnos y maestros, Corona”. Catorce días atrás, el 1 de agosto de 1968, el regente Alfonso Corona del Rosal ya había recibido el pliego petitorio, que básicamente seguía siendo el mismo: renuncia de tres jefes policiacos, los generales Luis Cueto Ramírez, Raúl Mendiola Cerecero y el comandante Alfonso Frías; derogación de los artículos 145 y 145 bis del Código Penal y la desaparición del cuerpo de granaderos.

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“El Departamento del Distrito Federal reiteró ayer su disposición para iniciar cuanto antes pláticas con maestros y estudiantes para encontrar solución a sus problemas y discutir sus peticiones.

“Las puertas están abiertas para ellos (dijo la dependencia y agregó que, restando estos 32 caracteres, los de la dependencia fueron 394), el diálogo es la mejor manera de llegar a un acuerdo. El Departamento expresó su esperanza de que maestros y estudiantes accederán a reunirse con las autoridades”, hasta ahí la convocatoria para un diálogo del gobierno capitalino.

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CONTINÚA PARO

Ese mismo 15 de agosto de hace 50 años, Excélsior publicó información relacionada con el Movimiento Estudiantil. El paro de actividades continuaba ayer (14 de agosto de 1968) en forma total en los planteles de la UNAM.

El Comité de Huelga del IPN y la Coalición de Profesores de Enseñanza Media y Superior Pro Libertades Democráticas, así como los dirigentes estudiantiles de la UNAM se mantenían firmes en la determinación de llevar adelante el paro de labores hasta el cumplimiento total de sus peticiones.

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Ante esa actitud, que sería ratificada en visitas a los planteles por brigadas de dirigentes estudiantiles, se vislumbraban para ese día encuentros —algunos violentos— entre ambos grupos.

La Coalición de Profesores indicó a los dirigentes estudiantiles que estaba dispuesta a conceder los exámenes en la fecha en que los alumnos lo consideren necesario, esto, “para que el movimiento pro defensa de los derechos democráticos siga adelante hasta obtener la respuesta totalmente favorable a las peticiones encabezada por la destitución de los jefes policiacos y la desaparición del cuerpo de granaderos”.

Al menos en las Vocacionales 6 y 7 del IPN ayer (14 de agosto de 1968) hubo asambleas informativas para dar a conocer que el paro seguiría.

En las páginas de El periódico de la Vida Nacional se publicó una inserción pagada de la Asamblea de Estudiantes y Maestros de las carreras de Ciencias Políticas y Antropología Social de la Universidad Iberoamericana, en solidaridad con los estudiantes en paro.

El desplegado contextualiza su apoyo diciendo que los universitarios —profesores y estudiantes— han sido siempre, a través de la historia, conciencia viva de la sociedad y promotores del desarrollo humano. Han sido un símbolo y realidad de los más altos y audaces valores de verdad, libertad, justicia social auténtica y democracia.

En ese sentido, los estudiantes y maestros de la Ibero señalaron en su desplegado de hoy hace 50 años: “En México pocos grupos cívicos son tan capaces, como los universitarios, de levantar la voz, exigir y colocar en la aceleración de los cambios en las estructuras sociales indispensables para la realización de una vida digna para todo mexicano. ¿Sería justo acallar esta voz, o desvirtuándola por manipulaciones políticas, o reprimiéndola por la fuerza?”

De esa manera, la Asamblea de Estudiantes y Maestros de las carreras de Ciencias Políticas y Antropología Social de la Universidad Iberoamericana exigió en ese comunicado público la libertad de los presos políticos; pago de indemnización a los familiares de los muertos (aún no se registraba ninguno oficialmente) y los heridos víctimas de agresión; deslinde de responsabilidades; investigación y juicio a los responsables; derogación de los artículos 145 y 145 bis del Código Penal.

Nos adherimos sustancialmente a estos puntos por su profundo contenido humano y democrático. En consecuencia, rechazamos cualquier interpretación o capitalización partidista”, suscribieron estudiantes y maestros de la Ibero. En la información publicada hoy hace 50 años se mencionan las asambleas de la víspera. En distintas escuelas de la UNAM el acuerdo era unánime, seguir en huelga hasta la total solución del pliego petitorio.

 

PRESIÓN

Reproches airados contra algunos profesores se presentaron en la facultad de Filosofía y Letras. Se denunció que algunos profesores ejercían presión a los alumnos, al margen de las asambleas, para que se reanudaran las clases. También que los habían querido obligar a presentar exámenes de algunas materias.

A partir de los resultados obtenidos en la marcha del 13 de agosto, donde la gente brindó su apoyo a los estudiantes en su recorrido del Casco de Santo Tomás al Zócalo de la Ciudad de México, donde se reunieron 150 mil personas en absoluto orden, sin un solo percance, en la Facultad de Ciencias Políticas se planteó la necesidad de establecer una táctica para capitalizar esa solidaridad.

También, dijeron los estudiantes, ejecutar el derecho de petición hasta sus últimas consecuencias no solamente ante funcionarios intermediarios, sino directamente ante el Presidente de la República, quien todavía no se ha dado oficialmente enterado del conflicto, a fin de que tome una decisión al respecto”. (Fue esta posición la que llevó, días más adelante, a que el Consejo Nacional de Huelga (CNH) remitiera al presidente Gustavo Díaz Ordaz dos cartas firmadas por respectivas personas, primero por Juan José Martínez de la Garza y después por Marcelino Perelló.)

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Mientras que, en las instalaciones del Politécnico, las asambleas del día tuvieron como resultado el acuerdo de que el Movimiento se mantendría. Y uno de los hechos fue que los alumnos no se presentarían para realizar los exámenes de fin de curso, que estaban programados para el 15 de agosto de 1968.

En la Vocacional 5 se citó a los padres de familia. Los estudiantes querían conocer su punto de vista del conflicto. Mientras que un grupo de intelectuales, el Colegio de Profesores de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, así como estudiantes y profesores del Colegio de México, hicieron suyas las demandas del pliego petitorio.

Alumnos de la Universidad del Valle de México, escuela privada, se declararon en paro indefinido en solidaridad con el Movimiento Estudiantil, que dijeron en asamblea, no es sólo del Politécnico y de la UNAM, sino de todo el estudiantado de México.

 

HUELGA INDEFINIDA

Desde Veracruz y Durango llegaban reportes que se publicaron hoy hace 50 años, sobre la determinación de alumnos de los tecnológicos de Orizaba y Durango, así como de la Universidad Veracruzana, que decretaron una huelga indefinida en apoyo de estudiantes de la Ciudad de México.

Los apoyos para los estudiantes en huelga siguen. La Asociación de Profesores de la Facultad de Comercio y Administración de la UNAM se dirigió en una misiva abierta al presidente Díaz Ordaz.

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La carta fue esencialmente para apoyar al rector de la UNAM, Javier Barros Sierra y demás autoridades universitarias, en su protesta por la ocupación arbitraria por parte de la fuerza pública de algunos recintos universitarios, “estimando que ha habido un comportamiento excesivo en la represión, haciéndose un uso desmedido de la fuerza para hechos que inicialmente eran en el fondo de trascendencia secundaria”.

En otra carta pública al Presidente de México, de parte de la Confederación de Jóvenes Mexicanos (CJM), esta organización sostuvo hoy hace 50 años que el estudiantado nacional había sido orillado a “tomar una actitud de lucha permanente hasta que se resuelvan las seis peticiones concretas que han puesto en manos de las autoridades”.

La CJM le dijo a Díaz Ordaz que no haber contestado el pliego petitorio, que se conocía desde el 1 de agosto de 1968, era un desprecio a los jóvenes estudiantes y lesionaba su dignidad. Y ya que el Presidente había extendido su mano, la CJM le pedía que se avocara a la solución de problema de forma personal.

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*jci

 

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