El T-MEC robustece la competitividad de México

CIUDAD DE MÉXICO.

La entrada en vigor del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) robustece la competitividad del país “como una plataforma de producción y exportación promoviendo una mayor participación de más industrias y empresas del país en las cadenas globales de valor y fortaleciendo la proveeduría regional”, comenta Berenice Egure, socia de Comercio Internacional y Aduanas de KMPG.

“Este tratado tiene el potencial de convertirse en un pilar de crecimiento económico para el país como lo fue el TLCAN, además de que brindará la oportunidad de generar un desarrollo más equilibrado con Estados Unidos y Canadá”, asegura Egure.

Indica que el nuevo tratado establecerá un marco más robusto para asegurar el debido proceso de la aplicación de las leyes de competencia, se fortalecerá la coordinación y cooperación entre las autoridades y se fijarán mecanismos que apoyen al intercambio de información en la materia.

Lo anterior facilitará el comercio de servicios, proporcionará una mayor integración de la infraestructura de telecomunicaciones y fortalecerá el marco regional de protección a la propiedad intelectual, así como dar mayor impulso a las pequeñas y medidas empresas, todo ello con miras a incrementar las inversiones en el país.

Berenice Egure, socia de Comercio Internacional y Aduanas de KPMG, recuerda que una de las principales ventajas del T-MEC es que da continuidad al flujo comercial en norteamérica, por ello es posible esperar mayores flujos de inversiones en México.

“Los inversionistas extranjeros estaban esperando esta certeza jurídica de continuidad del comercio entre las tres naciones para reanudar proyectos en el país y por otra parte, están las inversiones para cumplir con los requisitos de origen nuevos, para que las empresas puedan cumplir con las nuevas disposiciones”, explica la socia de Comercio Internacional y Aduanas de KMPG en entrevista.

Sectores Beneficiados

Egure reconoce que la industria automotriz sería la más beneficiada en cuanto a inversión extranjera, principalmente por el lado de proveedores que busquen establecerse en la región; seguida del sector aeroespacial y los servicios transfronterizos, que tienen que ver con el tema de logística, principalmente.

Mientras que hay casos como el de la industria química, donde se flexibilizaron las reglas y además se actualizaron, pues se incluyen procesos tecnológicos y de procedimientos químicos que hacen que las empresas puedan seguir con mayores facilidades los requerimientos.

Para Egure, el impacto para algunas empresas podría ser mayor que en otras, ya que generará, en primera instancia, mayor atención a los negocios relacionados con el sector químico, textil, automotriz, de autopartes y electrónico. Sin embargo, existen disposiciones que atañen a todas las industrias.

Nuevos certificados

Una de las nuevas disposiciones que todas las empresas deben cumplir es el relacionado con los procedimientos para certificar las mercancías de exportación e importación. “El cambio principal es que deja de existir un formato específico, entonces ahora cada exportador puede elaborar un documento con el formato que ellos decidan siempre y cuando cumplan con los requisitos mínimos”, explica.

Egure dice que una las ventajas es que el documento puede ser firmado digitalmente y que si por algún motivo no está legible se tendrá un periodo de prórroga para que continúe el proceso. “Las ventajas de una certificación se mantiene, como tener o poder tener el documento con un periodo de vigencia de hasta 12 meses”.

Para los expertos de KPMG representa una facilidad en los trámites porque es más sencillo que los importadores y exportadores diseñen el formato e incluso pudieran hacerlo en la propia factura, ya que se cuenta con el CFDI.

Desafíos

La socia de Comercio Internacional y Aduanas de KPMG explicó que uno de los principales desafíos para las empresas está en la adaptación a las nuevas disposiciones de origen, pues es una práctica de 25 años y aún con el TLCAN se presentaban errores.

El segundo reto, señala, es la adaptación de la legislación local y todos los aspectos operativos para exportadores e importadores.

Y el tercer desafío es la coexistencia del T-MEC con el TLCAN, pues si bien hay una renovación del acuerdo, lo cierto es que las revisiones de origen del TLCAN van a poder continuar.

“En 2021 una empresa exportadora podría recibir una revisión al amparo del TLCAN y al mismo tiempo una al amparo del T-MEC, en este supuesto caen todas las empresas que hayan realizado exportaciones en los últimos cinco años. Entonces, cualquiera pudiera ser sujeto en el futuro para revisión por ambos tratados, ya no sólo es cumplir con un acuerdo, sino con dos acuerdos”, dice Egure.

Comenta que la empresa debe mantener toda la información que haya generado con el TLCAN, sobre todo si utilizan sistemas para la certificación de origen, y que esta información se conserve en los archivos históricos, que no se deseche todavía. Así como tener un acompañamiento de asesores para evitar cualquier incumplimiento.

“Las compañías necesitan tomar las medidas correspondientes para procurar el cumplimiento de las disposiciones y las obligaciones que este tratado establece, tales como: considerar la elaboración de un análisis sobre la tecnología, recursos materiales y humanos, y realizar una evaluación con las áreas pertinentes para tener un mejor soporte de la trazabilidad sobre la elaboración de los productos”, recomienda la experta.

Si das click en la siguiente imagen podrás acceder a noticias en tiempo real:

Te podría interesar: 

• No fue de 7.5 el sismo del 23; ajustan la intensidad
• Niño cambia sus juguetes por comida y rompe en llanto
• El amor envuelto en llamas
• Por humillar a niña pobre, su tía lo pone a vender chicles
• ¿Qué puedes preguntarle al chico o chica que te gusta?

En el siguente video:

Policías de EU detienen a afroamericano y resulta ser agente del FBI