A dos años de la pandemia, los sonideros de varias partes de la República mexicana se concentraron para salir en peregrinación hacia la Basílica de Guadalupe en memoria de sus compañeros y familiares que perdieron la batalla contra el covid-19 y también para agradecer a la Virgen de Guadalupe por darles la oportunidad de salir y ponerle ritmo a las calles.
“El día de hoy se nos enchina la piel de alegría porque no vinimos dos años, porque muchos compañeros sonideros se fueron, el día de hoy que vinimos, nosotros hacemos un homenaje a ellos, a los que se fueron, también a pedirle a la Virgen De Guadalupe nos siga cubriendo con su manto sagrado, seguimos vivitos y coleando”, dijo Fidencio Cebada, conocido como “Lobo Fidencio”, propietario de Sonido Mecánico.
En su andar por el Corredor del Peregrino, los diferentes sonideros identificados cada uno con su distintivo caminaron con alegría y en cada paso algunas parejas demostraban sus clásicos pasos de baile acompañados de cumbias, charanga y salsa, siendo para algunos de ellos un estilo de vida.
Con varios altares de la Virgen Morena, muchos de los sonideros entraron hacia el cerro del Tepeyac donde ya los esperaban para una ceremonia religiosa.
La música nunca se dejó de escuchar en todo su camino, tanto con bocinas portátiles, hasta en microbuses y camionetas donde cada uno de los sonideros exponía su estilo.
La tradición de los sonideros urbanos, es una cultura que el pueblo de México ha dado y que todo el mundo lo ha respetado.
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