El sismo en México que acabó con la carrera del 'Ruso' Brailovsky

Un 19 de septiembre más y un sismo más que sacude a la Ciudad de México, por ello vale la pena recordar que un día como hoy, el terremoto de 1985 terminó alejando del país a una de las grandes figuras del América, Daniel ‘Ruso’ Brailovsky, quien decidió huir junto a su familia de regreso a su natal argentina ante la catástrofe y a costa de su carrera como futbolista.

En aquél entonces, Brailovsky era uno de los jugadores más queridos por la afición de las Águilas, su talento en el medio campo del conjunto azulcrema ayudó al equipo a conquistar tres títulos de liga (1983-1984, 1984-1985 y Prode 1985), sin embargo, decidió priorizar el bienestar de su familia ante el devastador terremoto que azotó a la capital mexicana.

En el año 85, yo me fui de acá cuando se murió mucha gente y yo me escapé del país junto a mi esposa embarazada de nueve meses y mi hija. Fui a hablar con un agente de Aerolíneas Argentinas y me subió al avión junto a mi mujer e hija y me fui para Argentina. Lo hice porque, en realidad, priorizo a mi familia, ante todo... Dejé casa, coches, todo. Absolutamente todo”, relata el ‘Ruso’ en el documental América vs América de Netflix.

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Brailovsky reveló para la revista El Gráfico de Argentina, la manera en la que le tocó vivir el sismo de 8.1 grados en escala de Richter acontecido en la Ciudad de México, cuando él ya era una de las máximas figuras del americanismo, confesando que estuvo aterrado ante el suceso.

Empezó a temblar el edificio, yo les pedía que se quedaran tranquilos, pero en el fondo estaba loquísimo. Estallaban los vidrios, las cosas rodaban por el suelo como bolitas, la pared del cuarto comenzó a rajarse. Nos pusimos debajo del marco de la entrada porque nos habían dicho eso, pero se caían los edificios enteros”, describió el exjugador.

A pesar de que logró poner a salvo a su familia, Brailovsky vio truncada su carrera como futbolista, ya que se marchó de México sin avisarle a nadie de la directiva americanista lo que haría, por lo que la dirigencia del club, encabezada en ese entonces por Emilio Díaz Barroso, solicitó a la FIFA la inhabilitación del argentino por incumplimiento de contrato y tuvo que retirarse en 1988, con apenas 30 años de edad.

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