Playas en el desierto

Se prolonga el paraíso de Careyes, creado por el italiano Gianfranco Brignone. Este hotel está ubicado en una península privada en la costa del Pacífico Mexicano y rodeado por más de 1,200 hectáreas de selva verde, Four Seasons nos propone conectar a los viajeros con el patrimonio y la cultura mexicana en una experiencia totalmente nueva y ultra lujosa en medio de la naturaleza. Entre Careyes y Manzanillo se encuentra este vergel, que ha respetado la selva y nos invita a una playa nueva con vistas espectaculares.

Un resort comprometido con la preservación del paisaje natural, ofrece 157 habitaciones y suites de diseño mexicano contemporáneo, varias de ellas con piscinas privadas, además de cuatro restaurantes y bares, un sorprendente campo de golf, una experiencia transformadora de spa y bienestar. El hotel invita a la meditación, al descanso y ha contado con diseñadores y artesanos locales que ayudan a crear una atmósfera única. El alojamiento sólo ha utilizado el 2 % del terreno, porque quiere que la naturaleza sea protagonista, el huésped siente la conexión con esta selva tropical desde que llega atravesando caminos frondosos y silvestres.

Jalisco da la bienvenida a los viajeros que podrán disfrutar de su vegetación, su fauna y su excelente hospitalidad, con su arte y gastronomía. Arquitectos de la talla de Víctor Legorreta o Mauricio Rocha han hecho posible este sueño frente al Pacífico. Lego-Rocha firma este proyecto asombroso. Naturaleza y mar unidos por sabia arquitectura. Al equipo se suman interioristas,, decoradores, el paisajista Mario Schjetnan y los excelentes diseñadores Esrawe Studio y Bibiana Huber. Todos los detalles se han cuidad para este estreno hasta la colección de uniformes de empleados obra de Kris Goyri. Vajillas, hamacas, canastas, velas.hechas a mano y refuerzan el ambiente acogedor y la estética de la rica herencia cultural mexicana con una mirada contemporánea.

Reserva natural

Un equipo de biólogos del Four Seasons Resort ayuda al viajero a explorar la reserva ecológica ver los ciclos naturales desde el océano a la selva. Los científicos del Resort están felices de compartir con los huéspedes la biodiversidad del área, incluidas sus más de 70 especies endémicas de vida silvestre y cientos de aves, mamíferos, anfibios y reptiles que se pueden ver en las 1,220 hectáreas de la Reserva. Si el restaurante no tiene huerto, tiene granja, Rancho Ortega de 14 hectáreas. Al frente de la cocina Nicolás Piatti, chef argentino de origen piamontés que ofrece una cocina sostenible de kilómetro cero y una despensa que se nutre de la agricultura de la zona.

La cocina tiene como tesoro gallinas en libertad, 17 árboles frutales, maíz, hasta 8500 plantas de agave de donde nace el tequila. Un paraíso. También contará con la prestigiosa cocinera Elena Reygadas al frente del restaurante Coyul . Un plus de alta gastronomía. Además, tacos, mariscos excelentes, y mixología de primer nivel completan la oferta culinaria. El diseño del spa está inspirado en los patios de los monasterios del siglo XVI, contribuye a la experiencia relajante verdaderamente transformadora y se incluye experiencia de temazcal, tradición prehispánica de reflexión, contemplación y reconexión.

Tres piscinas, apacibles playas desde donde se puede ver ballenas en el horizonte y calas para descubrir que rodean este península privilegiada. La altura del hotel permite unas vistas espectaculares. Un funicular nos acerca a la orilla donde podemos ver el hoyo 19 más bonito del mundo del golf. Además, reconocemos la labor del equipo de Héctor Esrawe en el diseño del restaurante. El Resort se encuentra entre las localidades de La Manzanilla y Barra de Navidad, a 35 minutos en auto desde el Aeropuerto Internacional de Manzanillo- Costalegre (ZLO) hasta la entrada al Resort. El aeropuerto también tiene capacidad para recibir vuelos de aviones privados. Un hotel que está llamado a ser el mejor destino de México.