CIUDAD DE MÉXICO.
Vivimos ya en un planeta sin fronteras.
Alberto López Gómez tuvo que vencer los estererotipos de su comunidad en Chiapas para hacer lo que más le gusta, tejer y crear diseños textiles y ahora no sólo fue invitado a la Universidad de Harvard a presentar su trabajo, sino que también será parte de New York Fashion Week.
Alberto es un indígena tzotzil que trabaja con cerca de 150 mujeres de su comunidad en Aldama Chiapas para crear una red de tedejores que le ayudan a elaborar las piezas que él mismo diseña y vende bajo la marca K’uxul Pok, con la que tiene como objetivo ayudar a que sus amigas tejedoras mejoren su situación y saquen adelante a sus familias.
Inspirado en el maíz, los puntos cardinales y la naturaleza el artista busca difundir las técnicas ancestrales del tejido, una práctica que aprendió de su madre.
Alberto se enfrentó a los estereotipos de género alrededor de esta práctica artesanal pues es considerada una actividad exclusiva del sexo femenino. Sin embargo, él decidió hacer a un lado los prejuicios y con el apoyo de su madre comenzó a tejer a escondidas a pesar de que ella le advirtió que los hombres no tejían solo se dedicaban al campo.
Gracias a la perseverancia y trabajo de Alberto la Red Alemana para los Derechos Humanos en México (Deutsche Menschenrechtskoordination Mexiko) se fijó en su labor e hizo que su historia se viralizara. Esto resultó en una invitación a la Universidad de Harvard y al New York Fashion Week para exponer su trabajo.
“Mi meta es apoyar a mis compañeras, necesitan medicamentos y educación, la idea es aprovechar para poder sumar. Además, quiero hacer platicas con jóvenes, porque nos ha ganado el machismo, para decirles que todo lo que quieran hacerlo pueden lograrlo” dijo en entrevista para el medio Chiapas Paralelo.
[Foto: Facebook / K'uxul Pok']
El sueño de Alberto es hacer un libro donde cuente los obstáculos que padeció al decidir dedicarse al tejido.
La inclusión de los tejidos originales es un gran avance dentro de la industria de la moda, ya que diseñadoras de talla mundial como Isabel Marant y Carolina Herrera han sido acusadas de plagiar y de apropiación cultural de diseños indígenas mexicanos.
La defensa de la propiedad intelectual en la industria textil es un abismo que todavía se encentra en regulación, esperemos que pronto haya una mayor regulación.
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«pdg»
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