Otra vez el tema de vacunas en el embarazo

La prensa internacional nuevamente da cuenta del tema de las vacunas, especialmente ahora durante la pandemia, refiriéndose al embarazo.

Se habla en diversos foros acerca de la seguridad y su pertinencia, de hecho, existen ya resultados por publicarse de la vacuna de Pfizer, así como de la de AstraZeneca, dado que hicieron un ensayo dirigido especialmente a éste grupo poblacional y, como era de esperarse, no se encontraron problemas. Simultáneamente, en los países desarrollados se está llevando a cabo un seguimiento de mujeres en edad fértil que reciben el biológico, para poder analizar la experiencia, en caso de que se encontraran en los primeros días de la gestación, y a la fecha no se han encontrado problemas.

En resumen, se está corroborando la impresión que teníamos muchos obstetras a lo largo y ancho del orbe en el sentido de la seguridad de las mismas. La historia de las vacunas en general, ha demostrado que así ocurre. Simultáneamente, se concluye en varios meta-análisis que la infección por SARS-CoV-2 resulta más peligrosa para la vida de las mujeres gestantes en ambientes sociales con servicios médicos limitados o precarios, de tal forma que en países como los latinoamericanos somos testigos de muchas más muertes maternas proporcionalmente respecto a países de mayor desarrollo.

Si bien es cierto que nuestra limitación en cuanto a dosis aplicadas ha dependido de los escasos cargamentos que nos han enviado los laboratorios internacionales, quiero señalar otra vez la necesidad de contar con algunas dosis reservadas para las mujeres embarazadas que lo soliciten, ya sea porque tienen factores de riesgo sanitarios o por su ocupación. No debemos olvidarnos de su especial vulnerabilidad en una situación que conduce al límite a los servicios de salud, que ya previamente presentaban deficiencias en el campo. 

Nuevamente el centro de la discusión gira en torno a la oportunidad en la atención de la emergencia obstétrica, ahora sumada a la emergencia respiratoria. De hecho, está demostrado también que las mujeres gestantes tienden a presentar cuadros respiratorios más graves con estancias más prologadas en las salas de terapia intensiva. Bajo estas circunstancias ofrecer el biológico a ellas se convierte en un imperativo absoluto.

No se puede discutir la necesidad de hacerlo a corto plazo, cuando además la autoridad sanitaria nos está alertando respecto de una posible tercera ola de contagios. Ojalá lo veamos a corto plazo.