Reactivación económica a través de la regeneración ambiental marina

No existe la menor duda que pasamos por tiempos inéditos que obligan a repensar nuestro futuro. Ahora que celebramos el Día de la Tierra resulta pertinente recordar la relación que existe entre el medio ambiente y la sociedad, ya que no podemos pensar a este sin sus habitantes, ni a los habitantes sin el medio ambiente. En el contexto actual debemos reflexionar cuál puede ser el papel de la naturaleza en la recuperación pospandemia.

La estrategia de recuperación de la pandemia, para el beneficio de todas y todos, debe comenzar por poner en el centro de la misión a las poblaciones más vulnerables. La sustentabilidad ambiental y social es necesaria para cualquier plan con horizontes de largo plazo. Nuestra sociedad, como una cadena, es tan fuerte como su eslabón más débil.

México cuenta con abundantes recursos naturales y por su geografía, es un país con una vocación oceánica. Es fundamental ver a los océanos como una solución ante la crisis por las que atravesamos. El océano puede ser un recurso indispensable para garantizar la seguridad alimentaria y proveer de empleo e industria a nuestra nación. Según cifras de la FAO, los mares podrían proveer alrededor de seis veces más alimento que en la actualidad, lo que representaría más de dos tercios de la proteína animal necesaria para alimentar a la población mundial futura.

México forma parte del Panel de Alto Nivel para una Economía Oceánica Sostenible, una iniciativa compuesta por 14 naciones comprometidas con soluciones para la riqueza del océano que apoyen los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El panel reconoce que el océano es un recurso global común: produce alimentos y ofrece espacio para actividades económicas.

Para la recuperación incluyente de nuestro país, una alternativa son las Zonas de Refugio Pesquero que han demostrado ser una de las herramientas más exitosas a nivel mundial, que tiene positivos impactos económicos, sociales y ambientales, a través de la mejora de las pesquerías y la conservación de la biodiversidad. Ésta es una estrategia sustentable en lo social y lo natural al constituir una iniciativa que nace desde la participación de las comunidades. Su expansión y fortalecimiento contribuiría a lograr la regeneración ambiental que permita alcanzar la autosuficiencia alimentaria y el bienestar de las comunidades costeras.

México cuenta con las capacidades y andamiaje institucional necesario para implementar un manejo integral de los mares y las costas, así como para diseñar una estrategia que permita un manejo equitativo de ambos, tanto para alcanzar los objetivos de regeneración ambiental, como para hacer un aprovechamiento sustentable de los recursos para la reactivación económica del país.

No cabe la menor duda que para aprender las lecciones que nos da esta emergencia sanitaria, debemos repensar nuestras políticas de aprovechamiento sustentable de los recursos naturales y comprender las causas y efectos de esta contingencia. Si no tomamos en consideración la naturaleza y la imperiosa necesidad de regenerarla en las agendas públicas y privadas en los próximos años, esta situación se estará repitiendo. Podemos celebrar el Día de la Tierra planteando que el uso sustentable e incluyente puede ser una de las herramientas más valiosas para la recuperación económica pospandemia y para crear una nación sustentable, resiliente y justa.

*Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos y Andrew Rhodes Espinoza, enviado especial para el Panel de Alto Nivel para una Economía Oceánica Sostenible