Sin maquillaje/ arlamont@msn.com/ 22 de mayo de 2024

BAYAS

¿Cuáles frutas se clasifican como bayas?

R. La clasificación de bayas es complicada. La gente comenzó a referirse a algunas frutas como “bayas” miles de años antes de que los científicos establecieran sus propias definiciones, algunas de las cuales todavía se debaten. Hoy en día se hace poco esfuerzo para enseñar al público sobre lo que botánicamente constituye una baya, así que aquí le comparto que, en general, se acepta que todas las bayas cumplen con tres estándares. En primer lugar, tienen un trío de capas carnosas distintas (el exocarpo exterior, el mesocarpio medio y el endocarpio más interno); en segundo lugar, sus endocarpios albergan múltiples semillas; en tercer lugar, las bayas son frutas simples, lo que significa que se desarrollan a partir de flores con un solo ovario.

Los arándanos son verdaderas bayas, como su nombre lo indica. Otras bayas pueden sorprenderte: los aguacates, las berenjenas, las uvas, la guayaba, los kiwis, las papayas, los pimientos, las granadas y los tomates son, botánicamente hablando, bayas. Los plátanos también son bayas, ya que cumplen con los tres requisitos. El exocarpio de un plátano es su cáscara, mientras que el mesocarpio es el medio cremoso que rodea el endocarpio y también comestible.

EL FUEGO

Señor Alfred, ¿cómo y cuándo se comenzó a controlar el fuego?

R. Controlar el fuego no fue un evento puntual en la historia, sino un proceso gradual que se desarrolló a lo largo de miles de años. Las pruebas arqueológicas sugieren que pudo haber ocurrido en algún momento entre 1.7 y 1 millón de años atrás, con avances continuos en su dominio.

La evidencia más antigua proviene de restos microscópicos de cenizas de madera halladas en yacimientos africanos, datadas entre 1.7 y 1 millón de años atrás. Sin embargo, no queda claro si los primeros humanos creaban fuego deliberadamente o si lo que hacían era aprovechar incendios naturales y aprendieron a controlarlos.

Unos indicios más firmes de uso del fuego aparecen con el Homo erectus, hace aproximadamente 1 millón de años. En distintos lugares se han encontrado hogares y herramientas quemadas, lo que sugiere que manipulaban y mantenían el fuego de forma deliberada, posiblemente para calentarse, cocinar y ahuyentar a depredadores.

Entre 400,000 y 125,000 años atrás, el control del fuego se volvió más sofisticado. Los hogares se convirtieron en un elemento habitual de los campamentos, lo que indica que este control se había transformado en un aspecto crucial para la supervivencia y adaptación humana. Alrededor de 164,000 años atrás, incluso hay evidencia de que los primeros humanos usaban fuego para tratar piedras con fines de fabricación de herramientas, lo que demuestra una comprensión más avanzada de las propiedades del fuego.

Para la llegada del Homo sapiens, anatómicamente moderno (hace 125,000 años), el control del fuego ya estaba generalizado y se utilizaba para diversos fines.

Si bien la fecha exacta y el método inicial para encender fuego aún se discuten, debido a las dificultades para interpretar la evidencia arqueológica, las pruebas disponibles apuntan a que el control del fuego comenzó hace más de un millón de años en África, convirtiéndose gradualmente en una piedra angular del desarrollo humano.