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Taparon sangre con dibujo de niña; familiares de menor y abuelo claman justicia

Testigos afirman que policías ingresaron a una vivienda en Atzalan, los mataron y robaron dinero

ROXANA AGUIRRE Y LOURDES LÓPEZ/ Corresponsales | 14-01-2020
Taparon sangre con dibujo de niña; familiares de menor y abuelo claman justicia
escenario. Esta es la tienda a donde presuntamente ingresaron los policías para asaltar y balear al abuelo y a su nieta de 11 años.

ATZALAN, Ver.

Era la una de la mañana cuando elementos de la Policía y Fuerza Civil de Veracruz abrieron fuego contra la vivienda donde estaban Bellarmino, su esposa Genoveva y sus dos nietas de cinco y once años.

Bellarmino y la pequeña de 11 años, María Magdalena, fueron abatidos por las balas, cuyo rastro aún permanece en las paredes de madera y el techo de lámina de la vivienda.

Valentín, un tío de la niña, le dijo al periodista Nacho Carvajal que luego de la agresión quitaron de la pared un dibujo hecho en una cartulina y la pusieron en el suelo para tapar una mancha de sangre.

Bellarmino era muy respetado en la comunidad,  fue exagente municipal, tesorero del patronato de la Iglesia y era gestor de Sembrando Vida, su muerte y la de su nieta han generado indignación.

Aseguran que él se defendía, pues escuchó que intentaban entrar por la fuerza a su casa, en varias ocasiones preguntó quién era, pero cuando buscaron entrar, abrió fuego, después fue abatido.

María Magdalena, a su corta edad, ya tenía responsabilidades en la tienda de sus abuelos, ahorraba dinero de las ganancias que obtenía. Como ella, otros niños fueron amenazados esa noche.

Los pobladores acusan a los elementos de la policía de saquear no sólo la vivienda de Bellarmino, sino algunas más, en donde incluso se llevaron los apoyos entregados por el programa Sembrando Vida.

Genoveva Hernández Baltazar, la viuda y abuela de las víctimas, exige justicia.

Dijo que ya no puede confiar en la policía, pues acusó que además de dispararles, los policías revolvieron toda la casa y se llevaron el dinero que su esposo había recibido de los programas del Bienestar, de los cuales era promotor en la comunidad.

Una pesadilla

Ahogada por el llanto, recordó como una pesadilla el momento en el que su esposo perdió la vida.

“Yo… no me pudieron hacer nada porque me tiré al piso y a mi esposo le pusieron varios balazos y esa fue la Fuerza Civil; ya después a mí me sacaron y me llevaron hacia Martínez (de la Torre) en una ambulancia porque dijeron que me iban a atender en Martínez y no me hicieron nada, me regresaron al DIF de Atzalan y luego de ahí me sacaron agachada con mi otra nietecita que es María Guadalupe”, aseguró.

Indicó que una vez que se quedaron ahí los elementos, la casa fue saqueada: “Los policías son unos corruptos que andan disfrazados de los elementos de la policía, que dicen que quieren ayudar y en vez que ayudan, perjudican… mi esposo era un hombre de bien…”, replicó el sábado pasado afuera de la Fiscalía en Jalacingo.

Luego de un primer comunicado donde autoridades hablaron de un enfrentamiento, hasta ahora la Secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía General guardan silencio ante lo ocurrido la madrugada del jueves en Atzalan.

 

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