Políticos ahora sí les rezan a sus santos; devotos de la guadalupana, del niño de atocha...

Cuando en el 2000 Vicente Fox fue a misa en la Catedral Metropolitana y visitó la Basílica horas antes de asumir como presidente, hizo a un lado el tabú que por décadas impidió a los políticos mexicanos manifestar sus creencias religiosas. 

Ahora, en la antesala del proceso para la elección presidencial de 2024, los políticos se muestran como personas de fe, o bien, si no practican alguna religión, manifiestan respeto a las creencias populares. 

En las últimas semanas, un cuadro con la imagen del Santo Niño de Atocha se observa detrás del senador Ricardo Monreal, en los mensajes que graba en su oficina para compartirlos en redes sociales. En 2013, tras un atentado en su contra, el entonces diputado afirmó que el santo le había salvado la vida y les regaló una imagen a los 500 legisladores. Cada 12 de diciembre, la panista Margarita Zavala sube a sus redes el inicio de la letanía: “En el cielo una hermosa mañana...”, en alusión a las mañanitas a la Virgen. 

 El presidente Andrés Manuel López Obrador ha señalado públicamente: “Yo me arrodillo donde se arrodilla el pueblo” y ha aparecido públicamente con sacerdotes católicos y con pastores cristianos. 

 Otros políticos han pasado de ser ministros de culto a líderes partidistas, como el exsenador del PRD, Carlos Navarrete, quien fue pastor evangélico. 

Políticos rezan al santo de su devoción en tiempos de campaña

Vicente Fox hizo a un lado el tabú que por décadas imperó en los políticos, el cual les impedía manifestar sus creencias religiosas; en la antesala de la contienda presidencial, ven con toda normalidad mostrarse como personas de fe, o bien, no practicar ninguna religión; la Guadalupana, el Santo Niño de Atocha, San Charbel, Santo Tomás Moro están en sus oraciones.

Cuando en el año 2000 el presidente Vicente Fox se mostró públicamente como un católico practicante, que acudía a misa en la Catedral de la Ciudad de México y asistió a la Basílica de Guadalupe horas antes de tomar posesión de su cargo, hizo a un lado el tabú que por décadas imperó en los políticos mexicanos, el cual les impedía manifestar sus creencias religiosas. 

Luego de 22 años y en la antesala de la contienda presidencial rumbo a 2024, los políticos ven con toda normalidad mostrarse como personas de fe, o bien, no practicar ninguna religión, pero con respeto a las creencias populares. 

 El presidente Andrés Manuel López Obrador ha señalado: “yo me arrodillo donde se arrodilla el pueblo” y ha aparecido públicamente con sacerdotes católicos y con pastores cristianos evangélicos. 

En las últimas semanas, el senador de Morena, Ricardo Monreal, quien aspira a ser candidato presidencial, aparece junto a un cuadro con la imagen del Santo Niño de Atocha en sus mensajes que difunde desde su oficina en redes sociales. 

En 2013, después de que la PGR frustró un atentado contra Monreal, cuando él era diputado de Movimiento Ciudadano, el político zacatecano afirmó que el Santo Niño de Atocha le había salvado la vida y regaló una imagen del venerado santo a cada uno de los 500 diputados. 

En mayo y junio pasado se viralizó en redes sociales una fotografía de la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum con un atuendo tradicional mexicano donde aparecía bordada en la falda una imagen de la Virgen de Guadalupe. 

 Aunque Sheinbaum es judía, ha expresado su empatía con las creencias religiosas mayoritarias en México y con la reapertura de la Basílica de Guadalupe, después de estar cerrada por la pandemia de covid-19. 

 Del lado del PAN, la diputada Margarita Zavala cada 12 de diciembre sube a sus redes sociales el inicio de la letanía: “En el cielo una hermosa mañana...”, en alusión a las mañanitas a la Virgen de Guadalupe. 

Otros políticos en cambio, como el canciller Marcelo Ebrard, optan por no manifestar expresiones o realizar actividades de corte religioso, y unos más, incluso, transitaron de ser ministros de culto a líderes partidistas, como el ex senador del PRD, Carlos Navarrete, quien había sido pastor evangélico años atrás. 

 BENEDICTO UNIÓ A POLÍTICOS MEXICANOS 

Durante su visita a México, el 25 de marzo de 2012, el papa Benedicto XVI unió a los políticos mexicanos durante la misa que ofició a los pies del Cerro del Cubilete a la cual asistieron el expresidente Felipe Calderón y los entonces cuatro candidatos presidenciales. 

Andrés Manuel López Obrador (PRD), Josefina Vázquez Mota (PAN), Enrique Peña Nieto (PRI) y Gabriel Quadri (Nueva Alianza) estuvieron presentes en la misa en campo abierto en Silao, Guanajuato, que duró alrededor de dos horas. 

 Cerca de ellos, en el lugar para invitados especiales acompañado de su esposa Martha Sahagún, se encontraba el expresidente Vicente Fox Quesada. 

 Una palmada de Fox en el hombro de Andrés Manuel López Obrador y un posterior apretón de manos fue la forma en que se saludaron. 

No hubo diálogo. 

“Con mucho gusto lo saludé, yo quisiera ser un puente de entendimiento entre los candidatos y entre partidos políticos, me parece que el país ya no aguanta más esta guerra verbal, esta guerra de filtraciones”, dijo en su oportunidad Fox. 

 Durante esa visita de Benedicto XVI a México, Andrés Manuel López Obrador, hizo llegar al pontífice católico una carta por medio del nuncio apostólico, Christophe Pierre, en la cual expuso su diagnóstico de la situación del país. 

 En el texto señaló las razones que lo llevaron a organizar, desde un año antes, 2011, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), como medio de promover un cambio ante las políticas públicas de los gobiernos del PRI y el PAN. 

EBRARD Y EL ESTADO LAICO 

México es formalmente un Estado laico, donde, sin embargo, la religión marca una fuerte tradición en la población, define calendarios y arraiga costumbres, lo cual, ningún político, en tiempos de campaña, se atreverá a contradecir o denostar. 

Aunque hay aspirantes presidenciales que en toda su carrera política han expresado su laicidad, como es el caso del canciller y aspirante presidencial Marcelo Ebrard Csaubón, han mantenido de forma estrecha una relación institucional con El Vaticano y con las distintas asociaciones religiosas. 

El 26 de abril pasado, en el marco de la conmemoración de los 30 años del Restablecimiento de las Relaciones Diplomáticas entre México y la Santa Sede, Ebrard y el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, inauguraron el encuentro académico: “Laicidad abierta y libertad religiosa, una visión contemporánea”. 

 “Veo en el ámbito internacional una acción cada vez mayor de la Santa Sede y de México en favor de la paz en un mundo difícil, incierto, conflictivo que tenemos por delante”. “Buen momento para valorar esta cercanía y esta identidad común”, expuso el canciller Ebrard ante el representante del Papa. 

En 2006, Marcelo Ebrard contrajo nupcias por segunda ocasión, esta vez con la actriz Mariagna Prats y la ceremonia religiosa se realizó bajo el rito católico-maronita en la Parroquia de Nuestra Señora de los Mártires del Líbano, también conocida como Santuario de San Charbel en el centro de la Ciudad de México. 

EL NIÑO QUE HACE GOBERNADORES 

 El senador Ricardo Monreal Ávila y su hermano, David Monreal, gobernador de Zacatecas, son fieles devotos del Santo Niño de Atocha, a quién han encomendado su vida, su carrera política, y sus proyectos como legisladores y funcionarios de gobierno. 

En 2013, la FGR evitó un secuestro del entonces diputado de Movimiento Ciudadano, Ricardo Monreal y de su hermano, David Monreal, quien era senador. Ambos agradecieron al Santo Niño de Atocha seguir con vida, “han sido horas difíciles, estamos bien, gracias a Dios y al Santo Niño de Atocha”, escribió en Twitter el actual senador de Morena. 

 El actual presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado ha declarado tiempo atrás que confía mucho en el Santo Niño de Atocha porque hace gobernadores, con referencia a que se encomendó a él en la campaña de 1998 para la gubernatura de Zacatecas. 

 Desde su infancia, los hermanos Monreal han participado en las peregrinaciones al santuario en Plateros, Fresnillo Zacatecas. 

Hoy, cuando Ricardo Monreal busca ser candidato a la presidencia de la República, ha aparecido junto a la imagen del Santo Niño de Atocha en su oficina del Senado, y con orgullo muestra ser un creyente católico. 

“Yo digo que Dios es grande y el Santo Niño de Atocha también. Porque yo soy de un lugar, quizás a muchos les extrañe, pero yo, siempre he sido devoto, ahí nací en Plateros (Fresnillo, Zacatecas) y ahí se venera al Santo Niño de Atocha. Mi familia y yo somos católicos confesos”, declaró. 

El pasado 6 de enero, el gobernador David Monreal declaró: “confío en la bendición de Dios” para frenar violencia en Zacatecas, ello luego de que por la madrugada frente al Palacio de Gobierno fuera abandonada una camioneta con 10 cuerpos de personas asesinadas. 

 “CELEBRÁBAMOS TODAS LAS FIESTAS JUDÍAS” 

 En 2018, el portal enlacejudio.com dio cuenta que en un encuentro organizado por la comunidad judía en México, la hoy jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum habló abiertamente sobre su historia personal, como parte de una familia judía, y dijo sentirse orgullosa de sus raíces. 

“Mis apellidos ambos son de origen judío. Mis abuelos paternos migraron de Lituania, y mis abuelos maternos eran sefaradís, de Bulgaria”, señaló Sheinbaum, de acuerdo con dicho medio. 

Sheinbaum Pardo, cuyos padres ya nacieron en México, ha puntualizado que actualmente no participa en actos religiosos, pues está dedicada de lleno a sus funciones como jefa de Gobierno de la Ciudad de México. 

 “Mis padres nacieron en México. Soy cercana a la comunidad judía porque en casa de mis abuelos celebrábamos todas las fiestas judías”, puntualizó la hoy aspirante presidencial, de acuerdo con el influyente portal de la comunidad judía mexicana. 

 En 2021, la jefa de gobierno mantuvo estrecha comunicación con la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y con la Arquidiócesis de México para delinear una estrategia para la reapertura de la Basílica de Guadalupe, luego de los meses que estuvo cerrada por la pandemia. 

 SANTO TOMÁS MORO Y LOS PANISTAS 

Al arranque del gobierno del presidente Vicente Fox, en 2001, un grupo de legisladores católicos de diferentes partidos acudieron a una misa en la Basílica de Guadalupe para conmemorar a Santo Tomás Moro, el santo de los políticos. 

 Varios de esos legisladores del PAN, PRI y PRD reivindicaron su derecho a profesar públicamente su fe y reforzar la libertad de creencias, entre los convocantes estaban los panistas Cecilia Romero Castillo y Marco Antonio Adame, así como el priista Huberto Roque Villanueva. 

 Asistieron a la Basílica a honrar al santo más de 100 políticos católicos, entre ellos, el entonces secretario del Trabajo Carlos Abascal Carranza y el entonces perredista chiapaneco, hoy en Morena, Emilio Ulloa. 

“No podemos mutilar la frase, pidiendo para el César lo que es del César y negándole a Dios lo que es de Dios. 

 Santo Tomás Moro comprendió que estas palabras de Cristo, por una parte, afirman la sana autonomía de lo temporal, en relación con lo espiritual.”, dijo durante la homilía el cardenal Norberto Rivera. 

En los años posteriores, la misa se trasladó a la Parroquia de Santo Tomas Moro en la colonia Florida, a últimas fechas, a causa de la pandemia la celebración al santo humanista y político ingles ha dejado de reunir a los legisladores y políticos mexicanos, asistiendo a los últimos servicios religiosos sólo figuras públicas del PAN. 

Tanto, los expresidentes Vicente Fox, como Felipe Calderón y la actual diputada federal Margarita Zavala Gómez del Campo asisten de forma asidua a misa y manifiestan ser creyentes guadalupanos, acorde con las creencias de la mayoría de los militantes del Partido Acción Nacional. 

 “En el cielo una hermosa mañana”, escribe cada año el 11 y 12 de diciembre Margarita Zavala al recordar el inicio de la letanía de La Guadalupana.