México no enfrenta recesión técnica: Gabriel Yorio

CIUDAD DE MÉXICO

La economía mexicana registra una desaceleración en algunas de sus variables, y no enfrenta recesión técnica, ya que ciertos indicadores como el caso de las ventas minoristas presentan signos positivos, como lo demuestra la estimación oportuna del PIB del segundo trimestre, afirmó Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda.

El funcionario explicó a David Páramo en Análisis Superior en Imagen Radio, que el dato oportuno del INEGI rompe la creencia de una recesión técnica, a lo que dijo, el gobierno ya reaccionó con un plan para incentivar la inversión en infraestructura.

Desestimó que haya un subejercicio en el gasto programado, que se ubica en 90 por ciento.

Asimismo, consideró normal que el gasto se ejerza de manera más lenta durante el primer año de una administración, y confió que la situación se normalice para el segundo semestre.

Yorio González agregó que para prevenir que la desaceleración económica impacte el desarrollo del país, la Secretaría de Hacienda adelantará este año licitaciones para dar certeza a proveedores del gobierno, así como identificar y destrabar proyectos que puedan ser detonados en el corto plazo.

Aunque el gasto se dé en el 2020, podemos empezar a generar este impacto en 2019. También estamos tratando de acelerar e identificar los proyectos de infraestructura que pueden ser detonados en el muy corto plazo, y en el muy corto plazo nos estamos refiriendo a 4 meses”, apuntó.

Explicó que las licitaciones que el Gobierno federal pretende adelantar se concentran en el sector hospitalario, compra de equipos, medicinas, combustibles, así como en vehículos.

El funcionario dijo que el Gobierno federal echará mano de recursos del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) para impulsar proyectos de corto plazo en carreteras, agua y transporte. Recordó que el fondo, de 50 mil millones de pesos, lo componen en 80% el sector privado, y 20 por ciento del Fonadin y los gobiernos estatales.

Adelantó que el Gobierno federal prevé transformar el actual Fondo de Estabilización en uno contra cíclico, con reglas claras y robustas, que permitan reforzar la regla fiscal, fortalecer finanzas públicas y generar ahorros que puedan usarse en la “parte baja o alta del ciclo” para impulsar la economía.