Marchan en paz y demandan justicia; autoridades reportan asistencia de 75 mil personas

Estaba prevista para las cuatro de la tarde, pero desde mediodía comenzaron a reunirse en el Ángel de la Independencia para marchar en contra de la violencia de género y los feminicidios.

Mujeres de todas las edades y de diferentes partes de la capital e incluso del país, se dieron cita en el punto de partida, frente a la Victoria Alada.

Ahí comenzaron a pintar las pancartas con mensajes para exigir el respeto a su cuerpo, a sus ideales, a su vida.

Pañuelos y paliacates morados y verdes adornaban sus rostros, sus cuellos, sus muñecas, una forma de decir aquí estamos, ya no más.

A las tres de la tarde salió un primer contingente, niñas y jovencitas acompañadas de su mamá, en su mayoría.

Previamente realizaron un ritual para pedir por las mujeres desaparecidas y por las que han sido asesinadas.

Y luego comenzaron a juntarse las colectivas para participar en la movilización más grande prevista para este Día Internacional de la Mujer.

Antes de partir se registró un incidente; a una de las mujeres, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana le quitaron su cámara.

“Me robaron, me robaron, todavía la marcha no inicia y ya nos agredieron”, gritaba.

Entre gritos y reclamos, incluso de personal de la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX, le fue devuelta.

La marcha arrancó a las 16:30 horas. Por varios kilómetros miles de mujeres realizaron cantos, gritaron consignas, todas a una sola voz. Esta vez los desmanes y ataques a locales comerciales no se observó como en otros años. No obstante, al llegar a la Plaza de la Constitución un grupo de mujeres con diversos objetos intentó derribar las vallas colocadas alrededor de la Catedral Metropolitana y de Palacio Nacional.

No lo lograron, y a cambio en varias ocasiones desde el otro lado les arrojaron cohetones, polvo de extintor e incluso gas lacrimógeno.

Por más de una hora estuvieron en el lugar y cerca de las nueve de la noche les apagaron las luces del Zócalo, por lo que abortaron su misión y se retiraron del lugar.

Mientas tanto sobre avenida Pino Suárez decenas de policías recibieron entre aplausos y porras a sus compañeras que participaron en la marcha.

De acuerdo con las autoridades capitalinas, fueron 75 mil personas las que tomaron parte en la movilización, una de las más copiosas hasta el momento.

Se informó que el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) realizó atenciones médicas a más de 40 personas, en su mayoría por deshidratación y golpes de calor. Entre las personas atendidas, el ERUM trasladó a ocho: dos manifestantes al Hospital de Traumatología y Ortopedia en el sur de la Ciudad, quienes rompieron un cobertizo de cristal al exterior del Metro Hidalgo y resultaron lesionadas.

Además seis policías: una por herida de picahielo en el pómulo, una por golpe en la nariz, una por batazo en el abdomen, una por contusión en rodilla derecha, una por hiperglucemia y una por intoxicación.

Fueron tres mil mujeres policías las que resguardaron la marcha, y durante su paso algunas manifestantes les entregaron flores. En agradecimiento, las uniformadas mostraron su apoyo y gritaban: “policía consciente, se une al contingente”.

Desmanes

• Durante la marcha se reportó en el Zócalo capitalino el ingreso de mujeres a una tienda de telas en la calle Pino Suárez, de donde extrajeron algunas flores.

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