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A casi 40 años de la pandemia del SIDA ¿por qué todavía no hay vacuna?

La OMS estima que la investigación sobre vacunas contra el VIH en países industrializados tiene un costo cercano a 500 millones de dólares al año, de los cuales una mínima cantidad está destinado para los países en desarrollo

Redacción | 01-12-2021
En primer semestre del año se registraron 6,568 nuevos casos de VIH en México, según el Inegi. Foto: Cuartoscuro

El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) se convirtió en una de las pandemias que no se han podido controlar. Desde que fue detectado, hace casi cuatro décadas, más de 79.3 millones de personas en el mundo lo han contraído y cerca de 36.3 millones de habitantes murieron por infecciones relacionadas con el desarrollo de SIDA, de acuerdo con la ONU. 

El organismo señala que una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible involucra ponerle fin a la epidemia por SIDA en los próximos diez años. Detener su transmisión depende de un trabajo conjunto para la creación de tratamientos que controlen la enfermedad y de una vacuna preventiva, así como de una acción coordinada para su aplicación en los territorios más afectados.

De lograrlo inicialmente se reducirían a menos de 370,000 nuevas infecciones anuales por VIH y menos 250,000 muertes anuales relacionadas hacia 2025.

La vacuna preventiva

Las investigaciones para el desarrollo de una vacuna preventiva incluyen dos ensayos clínicos de nombre Imbokodo y Mosaico, los cuales son un trabajo conjunto de la farmacéutica Johnson & Johnson, que desarrolló una de las vacunas contra el Covid-19, y otros socios globales.

En agosto pasado la firma anunció que el ensayo clínico de fase 2b de Imbokodo no proporcionó suficiente protección contra una infección por VIH, según datos recabados entre una muestra de 2,600 mujeres jóvenes con alto riesgo de contraerlo en 23 regiones de Malawi, Mozambique, Sudáfrica, Zambia y Zimbabwe.

J&J anunció que el estudio Imbokodo no continuaría, por lo que los participantes ya fueron notificados al respecto. “Se están realizando más análisis del estudio, que ha proporcionado datos suficientes para avanzar con la investigación de correlatos inmunológicos clave”, mencionó la empresa en un comunicado.

Imbokodo incluía un vector de adenovirus con cuatro inmunógenos en mosaico que se suministraron en cuatro periodos durante un año. El régimen de investigación inició en 2017, alcanzó pruebas suficientes en 2019 y completó la creación de biológicos en junio de 2020.

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A la par está el estudio Mosaico en fase 3, en el cual se estudia la seguridad y composición de una vacuna que proteja del contagio. Este incluye la participación de 3,800 personas transgénero y de hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres en Argentina, Brasil, Italia, México, Perú, Polonia, España y Estados Unidos, donde existen diferentes cepas del virus.

El estudio es respaldado por Janssen, una división de J&J, y consiste en la aplicación de cuatro dosis de biológico en más de 12 meses.

Respecto al cuestionamiento sobre por qué no ha tenido éxito la creación de una vacuna preventiva contra el VIH, Roberto Vázquez, miembro del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina, señaló en un artículo de la Gaceta UNAM que el VIH se integra al genoma de cada célula, por lo que el virus permanece escondido y el sistema inmune no lo identifica.

“El virus infecta linfocitos T, la base de nuestra respuesta inmune… El virus tiene una alta tasa de replicación. La variabilidad antigénica, sumada a la tasa alta de replicación que tiene la posibilidad de formar DNA que se integra al genoma de las células y la falta de modelos animales, son los problemas por los que no se ha podido generar una vacuna”, mencionó en el texto.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la investigación sobre vacunas contra el VIH en países industrializados tiene un costo cercano a 500 millones de dólares al año, de los cuales una mínima cantidad está destinado para los países en desarrollo. 

Además, la llegada del Covid-19 puso la atención en la búsqueda de un biológico que prevenga el contagio. Con estos factores se habla de la importancia del desarrollo simultáneo de soluciones que permitan no solo la protección, sino la atención de la enfermedad con retrovirales o vacunas terapéuticas.

Los tratamientos

Al cierre de 2020 se contabilizó que casi 37.7 millones de personas viven con el virus alrededor del mundo, mientras que al cierre de primer semestre de 2021 se detectó que 28.2 millones de personas tienen acceso a un TAR, informa ONU-SIDA.

En el radar también se encuentran las llamadas vacunas terapéuticas en personas seropositivas, que buscan mejorar la respuesta inmune para evitar que el virus evolucione a SIDA, que disminuya el uso de Tratamientos Antirretrovirales (TAR) y que se logre la no transmisión a otros, de acuerdo con el portal estadounidense de información sobre el VIH.

Por ejemplo, en el portal de Pruebas Clínicas del gobierno estadounidense tiene 59 estudios registrados en desarrollo para tratamientos y medicamentos que protejan a pacientes de VIH de la enfermedad como de otros padecimientos que puedan afectar su calidad de vida.

En 2020 cerca de 680,000 personas murieron de enfermedades relacionadas con el SIDA, una cifra que ha disminuido desde los 1.9 millones de fallecimientos que se presentaron en 2004 y los 1.3 millones de fallecimientos de 2010, según el organismo.

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Disminuir el riesgo

Los medicamentos contra la infección del VIH, también conocidos como Profilaxis Previa a la Exposición (PrEP) reducen hasta en 90% el riesgo de contraerlo durante las relaciones sexuales. La OMS recomienda la toma de una dosis diaria en personas que están expuestas a contraerlo, lo que les brinda protección alta.

En México, desde 2018 se inició un trabajo de implementación de PrEP para prevención del VIH en hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres y mujeres transgénero. Hasta principios de este año se reclutaron a más de 3,000 participantes y de forma preliminar solo el 1% adquirió el virus durante el periodo de estudio.

Hablemos de PrEP es un proyecto que informa sobre este tratamiento, quiénes son candidatos y pone en contacto a especialistas con quienes buscan hacer una consulta. En este participan organismos como la Clínica Condesa y México Vivo.

En la prevención también se encuentra la Profilaxis Posterior a la Exposición (PEP), que disminuye el riesgo de contraer la transmisión entre personas que tuvieron una exposición al virus. Cuando se inicia el tratamiento en las primeras 72 horas posteriores al encuentro se reduce en un 80% el riesgo de contraer VIH.

El PEP funciona cuando una persona se ve expuesta al virus, ya sea por mal manejo de componentes contaminados o relaciones sexuales sin protección, por ejemplo. Es necesario cumplir con un ciclo de 28 días de antirretrovirales para una intervención eficaz, menciona la OPS.

Dentro de las advertencias para estos medicamentos está que provocan efectos secundarios, deben tomarse al pie de la letra no como una “pastilla del día siguiente”, se hace un seguimiento con exámenes hasta por 12 semanas y no sustituyen el uso de prácticas de sexo seguras.

En México, durante 2020 se registraron 4,573 decesos debido a la enfermedad ocasionada por el VIH, de acuerdo con cifras del Inegi. Mientras que en el primer semestre del año se registraron 6,568 nuevos casos.

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