Muick y Sandy, los últimos dos corgis de la reina Isabel II también acudieron al funeral de la monarca en Londres.
Acompañando al príncipe Andrés de Gran Bretaña, el nuevo guardián de los amados perros de la reina, los corgis reales fueron captados a la espera del cortejo fúnebre en el Castillo de Windsor.
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Tras la muerte de la reina Isabel II se informó que los perros inseparables de la soberana tendrían un nuevo hogar a lado de su hijo el príncipe Andrés.
Fue un portavoz del príncipe Andrés, tercer hijo de la reina, y de su exesposa la duquesa de York, Sarah, quien anunció tras la muerte de la monarca que se encargarían de Muick y Sandy.
Andrés es a veces presentado como el "hijo preferido" de la reina, pero se ha replegado de la monarquía tras acusaciones de agresiones sexuales en Estados Unidos, a las que puso fin pagando millones de dólares.
Fue el hijo de la reina quien le regaló a su madre los pequeños cachorros que son los últimos representantes de los más de 30 corgis que tuvo la reina y quienes llegaron tras la muerte del príncipe Felipe y la acompañaron durante la pandemia.
Muick llegó a Windsor a inicios de 2021 para acompañar a Isabel II, entonces confinada como todos los británicos, con otro cachorro llamado Fergus.
Fergus falleció semanas más tarde a la edad de cinco meses, en los tiempos sombríos posteriores a la muerte de su esposo el príncipe Felipe.
Para reemplazarlo Andrés y sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia, ofrecieron a Isabel II el pequeño Sandy con motivo de su 95 cumpleaños.
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