Anuncian la creación de un Consejo de Diplomacia Cultural

CIUDAD DE MÉXICO.

La secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto, anunció ayer la creación de un Consejo de Diplomacia Cultural “para mostrar la variedad de talentos mexicanos con la convicción natural de que la cultura rompe barreras, teje redes y tiende puentes”.

Así lo dijo ayer durante la 30 Reunión de Embajadores y Cónsules de México. Y aunque todavía no cuenta con integrantes, adelantó que se formará con figuras públicas del espectáculo, artistas, deportistas, cineastas, quienes contribuirán a “elevar el nombre de México”.

Y enlistó seis ejes de su política cultural internacional: contribuir a la reconfiguración simbólica de México en el mundo; convertir la acción cultural en un eje para la política de apoyo a migrantes; poner la cultura como factor clave para la agenda de desarrollo sostenible 2030; impulsar modelos de cooperación cultural que contribuyan a detonar el desarrollo económico del país; establecer que las lenguas nacionales fungirán como herramientas fundamentales de la cultura; y buscar una mayor protección internacional de los derechos autorales y comunitarios, para evitar el plagio de los conocimientos ancestrales.

Sin embargo, expertos en materia cultural calificaron de innecesaria la creación de este consejo, criticaron la ausencia de recursos para el tema dentro del Presupuesto de Egresos 2019, y acusaron una omisión grave ante el cuerpo diplomático y la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo, aunado a que la propia Frausto ignoró la posibilidad de reunirse con especialistas como Héctor Orestes Aguilar, Edgardo Bermejo y Eduardo Cruz Vázquez.

UN PUENTE INNECESARIO

En una primera lectura, Eduardo Cruz Vázquez, experto en política cultural y conocedor de temas internacionales, explicó a Excélsior que este consejo es innecesario y que quienes conformaron su discurso “no se tomaron la molestia de leer una línea de la historia de la cooperación y la diplomacia cultural”.

Detalló que en el anuncio “no se aprecia un solo guiño al valioso historial que México ha acumulado a lo largo del tiempo en su diplomacia y cooperación cultural”, pese a que no se puede descubrir el hilo negro en materia de cooperación cultural.

Porque con Jaime Torres Bodet hubo cosas importantes, con Adolfo López Mateos… y decir que vienen a reinventar el mundo de la diplomacia cultural me parece penoso y marca esa idea de que quien está en el poder de la cultura puede descalificar y olvidarse lo ya hecho”.

Además, este consejo reafirma esa tendencia instalada por priistas y panistas: la de crear consejos para todo. “Y si este consejo llegara a existir, tendría que integrarse por agregados culturales y funcionarios de la Cancillería, con personalidades que conozcan el tema, porque aquí no se trata de tener embajadores del espectáculo y la cultura”, puntualizó Cruz Vázquez.

Y afirmó que aunque se diga que este consejo será un puente, “en realidad ese puente no es necesario, porque quien conduce la política exterior por Constitución es la Cancillería y, en su caso, la Cancillería puede determinar apoyarse en la SC federal en esta idea de transversalidad”.

Además, indicó que el anuncio cometió un error estructural en términos de diplomacia, de política exterior, y de respeto a la estructura de la Cancillería, como a la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo y al propio cuerpo diplomático.

Porque, en esencia, la diplomacia cultural es una forma de articulación de la política exterior y ésta se ejerce a través de esa agencia, y no cubrir esta formalidad me parece algo lamentable”, dijo.

Además, “este anuncio anula lo que realmente debió hacerse: la creación de un instituto global, como se ha repetido hasta el cansancio, en una muy clara composición entre muchas presencias que existen, como el British Council, el Instituto Goethe, el Confucio en China, el Cervantes, entre otros”.

LOS OTROS PENDIENTES

Por su parte, Arturo Saucedo, también experto en política cultural, apuntó que no existe presupuesto para hacer una política internacional que nos muestre como potencia mundial. “La cobija es chiquita, entonces, con qué recursos vas a sacar esto si no hay suficiente presupuesto para el resguardo y atención del patrimonio cultural, la atención de los museos y trabajadores del capítulo 3000, para el desarrollo de curadurías, investigaciones y exposiciones.

Aseguró que los ejes de política cultural internacional enlistados ayer por Frausto están mezclados y desordenados, aunado a que se repite el tema de la agenda de desarrollo sostenible 2030 que ya fue firmada.

Desde mi punto de vista, no es necesario un modelo de cooperación cultural, sino que la cultura se convierta en un eje de desarrollo económico, para lo cual se requiere un régimen fiscal para la cultura, que sí existe en países como Alemania, Inglaterra, Estados Unidos, Canadá… por lo que si no hay un planteamiento con recursos fiscales y financiamiento directo para la cultura… estamos ante mera palabrería”.

Por último, Arturo Saucedo enlista algunas preguntas para Frausto: ¿Por qué no se ha hecho un corte de la forma como se gastaron los recursos durante los periodos de Rafael Tovar y de María Cristina García Cepeda? ¿En qué programas se avanzó y en cuáles se retrocedió? ¿Cuánto quedó pendiente de restauración de los inmuebles afectados por los sismos de 2017?

Aunado a esto, ¿qué pasará con el Programa Nacional de Lectura y el Libro? ¿Dónde está el proyecto de descentralización y cómo van a llegar los recursos a todas las entidades federativas? ¿De qué sirve que la Secretaría de Cultura se vaya a Tlaxcala si tienen centralizados los recursos en su dirección de Vinculación? ¿Dónde está el Programa Nacional de Cultura?

cva