Incendio en la Cineteca Nacional, documentado por Excélsior 

CIUDAD DE MÉXICO.

El recinto más importante del país en materia fílmica abrió sus puertas en enero de 1974, desde entonces, la Cineteca Nacional resguarda entre sus bóvedas el patrimonio fílmico del país y parte del mundo. 

El entonces presidente Luis Echeverría fue el encargado de inaugurar de manera oficial las instalaciones recientemente construidas en las inmediaciones de lo que fueran los Estudios Churubusco en la Ciudad de México. Ese mismo día por la noche se proyectó la película ‘El compadre Mendoza’. La entrada al público tenías un costo de 25 pesos.

El principal objetivo de la naciente institución fílmica era formar nuevas generaciones con una cultura cinematográfica con miras hacia el futuro. Otro aspecto importante era contribuir al fortalecimiento de la industria del cine mexicano a través de su difusión. Sin embargo, la aportación más significativa consistía en reunir buena parte del acervo perteneciente al cine nacional desde sus inicios, extraviado con el paso del tiempo.

El 23 de enero, tan solo unos cuantos días después de su apertura al público, la Cineteca rompió su primer récord de asistencia al volcarse las taquillas debido a la proyección de ‘La naranja mecánica’ de Stanley Kubrick. Según los registros periodísticos de Excélsior, la sala Fernando Fuentes, donde se programaba la función, tenía capacidad para 590 personas; 2 mil lograron entrar por la fuerza logrando dañar las taquillas del recinto.

Como institución enfocada a la conservación y difusión del patrimonio cinematográfico, desde 1977 forma parte de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF), organismo regulador de los criterios técnicos y especializados de materiales especiales a nivel internacional, apegándose a sus lineamientos de organización y administración enfocados a acervos especiales. 

Desde su creación, la Cineteca ha transformado la forma de concebir el cine mediante una serie de actividades, programas y eventos que promueven la cultura cinematográfica. Pronto las películas proyectadas se convirtieron en tema de conversación entre la crítica de la cinematografía. A lo largo de poco más de diez años, el crecimiento del recinto fílmico fue en aumento, consolidándose como uno de los espacios culturales más importantes a nivel nacional.

LA CATÁSTROFE DOCUMENTAL

El del 24 de marzo de 1982, ocurrió una de las mayores pérdidas documentales que se tenga conocimiento. Eran aproximadamente a las 19:00 hrs., cuando según los primeros informes, se produjo una explosión en uno de los transformadores en las inmediaciones de los Estudios Churubusco, situación que originó un incendio. Posteriormente, el fuego alcanzó una de las bóvedas de archivo de la Cineteca que resguardaba cintas fílmicas a base de nitrato de plata, un material que se caracteriza por ser altamente inflamable y tóxico, lo que provocó que las llamas se propagaran a lo largo del segundo piso del edificio el cual quedó prácticamente destruido. 

En su edición del 25 de marzo de 1982, Excélsior informó a través de sus páginas sobre el incidente: “Arrasa un incendio la Cineteca Nacional”, decía la nota principal de la página cinco. En ese mismo espacio se dio a conocer que la entonces directora de Radio, Televisión y Cienematografía, Margarita López Portillo, llegó a supervisar la zona del percance, y declaró que “varias veces gestionó ante las autoridades un presupuesto para la construcción de bóvedas aislantes, pero que no fue escuchada”.

Al poco tiempo, los servicios de emergencia arribaron al lugar del siniestro; grupos de bomberos, policías, rescatistas y hasta elementos de la Defensa Nacional, quienes ayudaron a retirar materiales peligrosos de la zona. El acervo fílmico de mayor relevancia en México prácticamente había desaparecido.

A pesar de que se habló de personas fallecidas que posteriormente fueron encontradas entre los escombros, nunca se logró comprobar la información exacta de las pérdidas humanas y materiales. Sin embargo, los cuantiosos daños daban muestra de la magnitud del desafortunado evento. Se perdió hasta el 90% del archivo filmográfico, entre lo que destaca material inédito de la matanza estudiantil de 1968 en Tlatelolco. 

La noticia del incendio en la Cineteca fue catalogada en Excélsior como una ‘película de terror’ en un artículo de opinión del 23 de marzo, el texto hacía referencia a que “La tragedia de la Cineteca es peor que un filme de terror. La ficción de Infierno en la Torre se queda minúscula al lado del drama… Muerte, destrucción, historia fílmica destruida, zozobra. Doña Margarita López portillo apresurada y llena de indignación, hizo una denuncia y una autocrítica pública”.

VOLVER A EMPEZAR

Dos años después del lamentable suceso, el 27 de enero de 1984, se hizo oficial la reinstalación de la Cineteca, esta vez, el complejo fílmico tendría como sede, hasta la actualidad, la avenida México – Coyoacán, en la colonia Xoco. Así lo dio a conocer Excélsior en su edición del 28 de enero de ese año.

Durante los años siguientes recibió donaciones de cintas de diferentes ámbitos. Finalmente, en 1992, se acondicionaron bóvedas especiales con todos los requerimientos de seguridad necesarios para el control y conservación de los materiales. Hoy en día, la Cineteca es la máxima autoridad en materia de documentos gráficos y videográficos en todo el país.

Diversos son los artículos, reportajes y documentales que se han publicado sobre lo ocurrido aquella tarde del miércoles 24 de marzo de 1982 en las instalaciones de la Cineteca Nacional, sin embargo, aunque mucho se habló de la incapacidad de los responsables del acervo y de la falta de condiciones de seguridad, lo cierto es que la información no termina por ser clara; rumores sobre personas involucradas, diferentes versiones sobre los sucesos y hasta teorías conspirativas que involucran diferentes tipos de intereses. El tema hasta nuestros días se ha convertido de interés general, por lo que quedará marcado en la memoria durante mucho tiempo. La realidad es que las pérdidas en ese incendio han sido irreparables.