CIUDAD DE MÉXICO. A cuatro años de la tragedia que arrebató la vida a 370 personas, colapsó ocho edificios y dejó más de mil 500 inmuebles dañados, los damnificados aún levantan la voz para exigir justicia.
En Calzada de las Brujas y Rancho Tamboreo, los tapiales que mantienen en resguardo el Colegio Rébsamen tras el colapso, fueron adornados con coronas y se colocaron las fotos de los 19 menores que murieron junto con siete adultos; ahí se realizó una misa en honor a los difuntos.
Los deudos acusan al gobierno capitalino de intentar “cerrar el caso” sin juzgar a todas las autoridades responsables de las irregularidades en la construcción del plantel.
A pesar de que la entonces Directora del plantel Mónica García Villegas y el Director de Responsable de Obra (DRO), Juan Mario Velarde Gámez, ya fueron condenados, las víctimas colaterales exigieron, una vez, más castigo para los funcionarios públicos que encubrieron la operación irregular del plantel, porque señalaron que “también son responsables del colapso del edificio”.
Antes de realizar una guardia de honor por las personas que perdieron la vida el 19 de septiembre de 2017, Mireya Rodríguez, mamá de Paola Jurado, señaló que las familias no descansarán hasta que se haga justicia y se evite otra tragedia.
La Coordinación de Damnificados 19/S solicitó a la Comisión de la Reconstrucción ser más eficiente en las obras.
Por su parte, Damnificados Unidos de la Ciudad de México enunciaron la omisión del Estado y corrupción inmobiliaria, lo que ha impedido que tengan justicia.
En el Ángel de la Independencia, tras concluir la movilización que partió desde el predio de Bolívar 168 y Chimalpopoca (donde murieron 28 personas, en su mayoría, costureras) advirtieron que la política de reconstrucción ha estado marcada por la injusticia y el fracaso pues al menos cuatro de cada cinco familias damnificadas siguen sin volver a sus hogares.
Son las empresas las que mandan en la reconstrucción. Incumplen contratos con hasta dos años de retraso, entregan trabajos de mala calidad, precarizan las condiciones de vida de las personas afectadas, al proveerles viviendas con instalaciones significativamente menores a las que, con mucho trabajo habían incorporado a sus hogares antes del sismo”, señalaron.
VEN RECONSTRUCCIÓN LENTA
La organización Coordinación de Damnificados 19/S consideró que, a cuatro años del sismo de magnitud 7.1, la reconstrucción ha sido lenta.
Muchos regresaremos quizá a nuestras casas cinco o seis años después del sismo (en dos años). La reconstrucción está avanzando muy lentamente y está llena de obstáculos burocráticos e incumplimientos constantes”, indicaron en un comunicado.
Acusaron que en unidades como la Villa Centroamericana ni siquiera se han atendido los problemas básicos de grietas y drenaje.
Exigieron que la Comisión de Reconstrucción sea más eficiente, se terminen obras pendientes y se concluya el diagnóstico de suelos en Tláhuac y Xochimilco para determinar reubicación, rehabilitación o reconstrucción de viviendas.
También piden que se cumpla con la entrega de los recursos económicos para reconstruir y se revise la Ley de Reconstrucción, entre otros.
-Jonás López
cva
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