La escena Drag de la CDMX: entre tacones, peligros y una vocación

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Zona Rosa es el espacio que la comunidad LGBT+ adoptó como punto central para convivir libre y sin señalamientos, pero las noches en ese espacio de la colonia Juárez se ha convertido en el escenario de las nuevas reinas de la noche, aquellas que mantiene vivo el arte del transformismo a pesar de los peligros de vivir en una sociedad en la que aumentan los discursos de odio y los crímenes contra las personas diversas.

En la última década, las dragas han conseguido muchos más expacios y el número de exponentes se ha multiplicado desde la llegada de plataformas como La Carrera Drag de la CDMX, La Más Draga y RuPaul Drag Race, sin embargo, la popularidad que ha alcanzado este arte no ha repercutido en mejoras salariales o una mejor situación laboral.

En entrevista para Excélsior, Carlos Velasco, quien da vida a Aurora Wonders, cómo fueron sus inicios en la vida noctura de la Ciudad de México, mucho antes de convertirse en una estrella de Internet.

“He trabajado en la vida nocturna desde hace siete años y comencé cuando un antro de Zona Rosa me invitó a conducir un evento. En los antros es donde aprendí esto a lo que llaman cabaretear, que es más que entretener a las personas, es controlar al público cuando los elementos de seguridad están controlando otra situación, esto para evitar accidentes o una situación mucho peor”

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Muchos de los clientes de bares y antros de Zona Rosa acuden porque quieren estar cerca de las dragas del momento, a las que han convertido en celebridades.

“Cada vez son más las y los jóvenes que buscan ser parte de las dragas titulares de los antros; muchas porque quieren ser famosas y otras porque quieren formar parte de esta comunidad de artistas, sin embargo, la vida nocturna es dura porque debes trabajar muy duro para que sea rentable, porque no siempre se puede vivir de la fama y los seguidores”

Dejando a un lado el aplauso, los seguidores y el brillo de sus atuendos, Aurora Wonders comparte que la vida nocturna no es como lujosa o llena de dinero, al contrario, se debe trabajar el doble para poder vivir de ella.

“Esto es realmente de vocación, y hablo por las que llevamos años en esto, mucho antes del bom desatado por estos programas de que han visibilizado al arte drag en todo el mundo. A mí me costó muchos años para que fuera redituable estar en hosteando en los antros y a muchas de mis hermanas también, sobre todo porque este arte es caro por los vestuarios, el maquillaje, los accesorios, las pelucas, entre otras cosas”

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A pesar de la popularidad que tiene actualmente el drag en México, los peligros para estas artistas siguen siendo los mismos, por lo que no bajan la guardia en ningún momento.

“Es lamentable que en pleno 2023 sigan los ataques contra la comunidad, y para nosotras, las que nos dedicamos a la vida nocturna, es un verdadero volado al aire saber si esa noche regresarás a tu casa. No se imaginan la angustia que vivimos muchas al subirnos a un taxi o auto de aplicación y ver que el conductor se incomoda por la forma en la que vamos vestidas a trabajar, eso sin contar los casos en el que compañeras han sido agredidas verbalmente por ellos o abandonadas a medio camino en la mitad de la noche”

Con la popularidad, algunos grupos han señalado a las dragas de olvidar su origen en la resistencia LGBT+ a cambio de seguidores y dinero, algo que Aurora Wonders confronta asegurando que “el arte drag jamás dejará de ser transgresor, siempre seremos las primeras en la fila para usar nuestra voz y nuestro foco para denunciar las agresiones que viven los miembros de la comunidad, así como lo que falta para mejorar nuestras condiciones de vida, laborales y sociales”.

El movimiento drag no se detienen y seguirá buscando espacios para promover la cultura, el arte y la lucha de la comunidad, para exponer su rebeldía, las tradiciones y la lucha de su comunidad.