Mexicanos dorados; más brillos en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020

CIUDAD DE MÉXICO.

El nadador Arnulfo Castorena Vélez se impuso en la final de los 50 metros estilo braza categoría SB2 con una marca de 59.25 segundos.

La natación nacional tuvo una jornada brillante, junto con el oro de Castorena llegaron los bronces de Jesús Hernández, en la misma prueba, y de Nely Miranda, con lo que el deporte paralímpico nacional superó las 300 preseas en la historia de las magnas justas.

Castorena padece un mal congénito por el que nació sin un pulmón, el brazo izquierdo y mal desarrolladas las extremidades inferiores. Su madre falleció durante su parto el 27 de mayo de 1978.

Se colgó su sexta presea de los Juegos Paralímpicos en una cosecha que comenzó con el oro en Sídney 2000 en esta misma final. Su colección es de tres oros, dos platas y un bronce.

Estoy muy contento, feliz por obtener esta medalla. Pasaron varios años para estar nuevamente en el podio y gracias a Dios se logró”, comentó Arnulfo en entrevista con la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade). “Me voy contento y satisfecho, a pesar de mis 43 años de edad todavía me siento fuerte y hay que seguir
trabajando, echarle ganas para lograr la clasificación a París 2024 y tener mis séptimos Juegos Paralímpicos”.

Jesús Hernández se convirtió en el primer mexicano en colgarse dos preseas en Tokio 2020.

VELOCISTA VERACRUZANO RODOLFO CHESSANI GARCÍA

El velocista veracruzano Rodolfo Chessani García se colgó el quinto oro mexicano en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 luego de imponerse en los 400 metros categoría T38 con un tiempo de 49.99 segundos.

El tricolor se hizo de la punta en la última parte de la competencia en la que arrancó desde el séptimo carril para dejar al tunecino Mohamed Farhat Chida en la segunda posición con 50.33 segundos, mientras que el canadiense Zachary Gingras completó el podio con 50.85.

El atleta de 22 años, oriundo de Coatzacoalcos, hizo buenos los pronósticos que lo daban como un aspirante a la presea dorada luego de que hace un par de años fue subcampeón mundial en Dubái.

Con su tiempo logró una nueva marca para el continente americano, una vez que desde la eliminatoria había logrado un récord personal con 50.84.

Chessani concluyó su participación en Tokio con esta presea áurea, después de haber sido octavo en los 100 metros clase T38.

Para la delegación mexicana fue la presea con la que cerró una jornada de cuatro metales (dos oros y dos bronces) para dar el salto a la posición 17 con cinco oros, una plata y siete bronces.

El resultado de Chessani aseguró una mejor actuación con respecto a los Juegos Paralímpicos de Río 2016, en los que la representación nacional terminó con cuatro oros.

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