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Familia Morlett descarta pruebas de ADN de un cráneo encontrado

Los padres de la estudiante desaparecida, descartan los resultados, pues argumentan que tienen un amplio margen de error

Filiberto Cruz Monroy | 29-08-2011

CIUDAD DE MÉXICO, 29 de agosto.- Javier Mortlett, padre de Adriana Eugenia Mortlett Espinosa, aseguró que los resultados que advierten que un cráneo encontrado en la carretera Picacho-Ajusco pertenece a la osamenta de su hija no son concluyentes y tienen un margen amplio de error.

En entrevista explicó que autoridades del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal y del Servicio México Forense han admitido en diversas ocasiones que no cuentan con la tecnología suficiente como para determinar el ADN de una persona trabajando únicamente con células óseas.

Detalló que ha sostenido reuniones con especialistas en genética quienes le han corroborado dicha información.

“Me han dicho que se trata de un trabajo muy especial y que nuestro país no cuenta con la tecnología suficiente como para determinar la identidad de una persona por medio de fragmentos óseas”, explicó Javier Morlett.

Agregó que la investigación sobre la desaparición de su hija la tiene la Subprocuraduría en Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) de la PGR, quien ya cuenta con evidencias nuevas y pistas recientes sobre el posible paradero de su hija.

Sin embargo, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, Edgar Elías Azar, aseguró que las pruebas realizadas por el Semefo apuntan a que el cráneo encontrado en la delegación Tlalpan es el de Adriana Morlett.

“El dato que yo tengo del Servicio Médico Forense es que si corresponden a su ADN, pero leí de la inconformidad que había en el resultado pues habría que hacer nuevas pruebas, pero las pruebas que tenemos hasta ahora es que si corresponde”, precisó.

No obstante, el presidente magistrado reconoció que siempre existe un margen de error en este tipo de pruebas.

“Si estamos nosotros sujetos al riesgo de la equivocación, no digo que es infalible nuestra prueba de laboratorio, puede ser que se haya equivocado nuestro forense, yo espero que no haya sido así”, puntualizó.

El Servicio Médico Forense explicó que las pruebas genéticas aplicadas al cráneo encontrado en Tlalpan fueron las mismas que se han aplicado a los cuerpos rescatados en el incendio del Casino Royale en Monterrey. Además se realizó un examen de dentadura al cráneo en el cual se comparó la mordida con una ortodoncia previa de Adriana Morlett la cual también dio positivo respecto de las coincidencias con las piezas dentales de la joven.

Adriana Morlett desapareció el 6 de septiembre de 2010 al salir de la biblioteca Central de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde ella estudiaba la carrera de Arquitectura y hasta la fecha no se ha vuelto a saber de ella. Recientemente su padre, Javier Morlett, informó que hay indicios de que su hija podría estar en Venezuela o Colombia, países a quienes pidió su colaboración para ubicarla.

Javier Morlett y Adriana Espinosa, padres de Adriana Morlett, confirmaron que desde el año pasado se le practicaron a ella y sus familiares pruebas de ADN, y aseguró que sabían perfectamente de los análisis practicados al cráneo encontrado al sur de la Ciudad de México. No obstante, explicó que dichos estudios no se habían dado a conocer por parte de la familia o las autoridades ya que no son concluyentes.

Adriana Morlett estudiaba el tercer semestre de Arquitectura en la UNAM y tenía un promedio de 9.7. La tarde del lunes 6 de septiembre de 2010 acudió a la Biblioteca Central de CU. A las 19:38 horas las cámaras del recinto la captaron. Al salir se encontró con Mauro Alberto Rodríguez Romero, estudiante de Sicología quien había marcado varias veces al teléfono celular de Adriana para encontrarse.

Juntos caminaron rumbo al departamento que ella compartía con su hermano y su prima, muy cerca de CU, donde incluso había acordado reunirse con unos amigos a las 20:30 horas para ver películas. Pero en el trayecto decidieron caminar hasta la estación Copilco del Metro, donde abordaron el convoy hacia la estación Universidad y después en un taxi llegar a la colonia Santo Domingo, donde vivía el joven.

De acuerdo con las declaraciones de Mauro, última persona que vio a Adriana, ella entró unos minutos a su departamento. El motivo de la visita ha variado de versión: que fue a ver un sofá que quería comprar al joven, que entró por cortesía y que sólo pasó a dejar su mochila.

Después la acompañó a tomar un taxi en la esquina de avenida Aztecas y Nezahualpilli. En sus declaraciones a la Fiscalía Antisecuestros de la PGJDF, Mauro dijo no recordar el tipo de auto, las placas ni características.

Luego de que fue contactado por familiares de Adriana, que identificaron el número de Mauro porque desde ese teléfono le había marcado antes de su desaparición, él se presentó una semana después a declarar en compañía de un abogado, quien ya había tramitado un amparo. En la actualidad existe una recomendación de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal para que las autoridades no lo acosen.

 

mca

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