Lo que nunca nos dijimos
Dos películas de temática familiar se estrenaron el viernes pasado en algunas salas del país. La comedia francesa Recuerdos que ya comentamos en este espacio, y el drama Lo que nunca nos dijimos, coproducción MéxicoArgentina, escrito, producido y protagonizado por ...
Dos películas de temática familiar se estrenaron el viernes pasado en algunas salas del país. La comedia francesa Recuerdos que ya comentamos en este espacio, y el drama Lo que nunca nos dijimos, coproducción México-Argentina, escrito, producido y protagonizado por Flavia Atencio, y en cuya dirección debuta el chileno residente en México Sebastián Sánchez Amunátegui.
Flavia interpreta al personaje central de la historia, Mariana, una joven argentina que vive en México desde hace años con su pareja, Fernanda, la actriz mexicana Sandra Burgos. Mariana tiene que viajar a su natal Mendoza, cercano a los Andes, pues su padre se encuentra grave.
Ahí la espera Cecilia su madre, interpretada por Ana María Picchio, de reconocida trayectoria en su país. El padre permanece inconsciente al cuidado de la propia Cecilia, y es asistida por Rosi, una enfermera a la que da vida la actriz chilena Catalina Saavedra que protagonizó La Nana, ganadora de varios festivales y nominada al Globo de Oro.
La sola expresión de Mariana al llegar a Mendoza ya augura que tendrá que encontrarse con pendientes dolorosos, y recuerdos que la irán golpeando a lo largo de la película. Su mamá se ha propuesto de manera patológica, sostener ante su conservador círculo social en Mendoza, la imagen de la familia perfecta, y ha desarrollado una capacidad sorprendente para negar la realidad, con lo que crispa por momentos a Mariana.
El argumento gira en torno a esa relación fracturada entre la mamá y la hija, que guardan mucha basura debajo del tapete, y que tarde o temprano, y aunque les duela, tendrán que sacar a la luz. Sin ahondar en los detalles, Flavia Atencio cuenta una historia en la que flota el amor, la vergüenza, el resentimiento y la urgencia del perdón.
El guión tiene un desarrollo irregular, pero los ejes temáticos son comunes a muchas familias. El riesgo de argumentos con estos elementos es que crucen la línea hacia el melodrama y caigan en otro género, la telenovela, que es lo que le pasa por momentos a Lo que nunca nos dijimos, incluso en el estilo en que está filmada. Tiene secuencias muy rescatables y los secretos se van develando en forma bien dosificada, aunque quedan cabos sueltos, sobre todo en el desenlace, que no nos permiten entender algunas situaciones familiares.
Sin duda la cinta sale adelante por el trabajo de las dos actrices más experimentadas: Ana María Picchio que construye un personaje convincente en Cecilia, una mujer de clase media en un ámbito social provinciano y cerrado, llena de miedos y prejuicios, que opta por protegerse negando la crueldad de la realidad. Por el otro lado la solidez de Catalina Saavedra, que da vida a una enfermera comprometida con la familia, cuyo sentido común, y a veces del humor, aligera el tono melodramático del relato.
No se puede negar al guión de Flavia Atencio que no es moralista ni somete a juicio a sus personajes, simplemente los describe. Cada quien tiene sus motivaciones y responden a circunstancias individuales. Esto permite que el espectador saque sus propias conclusiones aunque insisto, falten elementos.
