El libro de la selva

Meterse con los clásicos animados no es tarea sencilla, y menos cuando se trata de “reinventar” una de las grandes referencias de Disney, como El libro de la selva (1968), que en México tiene un  lugar especial por la voz de Baloo a cargo de Germán Valdés  Tin Tan y su interpretación de la canción Lo más vital.

Por eso, el trabajo del director Jon Favreau (Iron Man, Chef en familia) resulta doblemente meritorio, al lograr conservar la esencia y frescura del filme animado y añadirle efectos digitales deslumbrantes, que imitan la técnica fotorrealista empleada por Ang Lee en La vida de Pi.

Es increíble que más del 90 por ciento de lo que verán en la pantalla (excepto el personaje de Mowgli, interpretado por Neel Sethi) fue generado por una computadora, y que la película se filmara en su totalidad dentro de un enorme foro cubierto de plasma (bluescreens), sin tener que recurrir a la selva.

Donde la película quizá queda a deber es en que se trata “solamente” de una fábula que enseña una lección –el origen, la amistad, el trabajo en equipo–, sin profundizar en temas que tenía enfrente de sí, como el racismo, la horfandad o incluso el cambio climático que ha acabado con decenas de especies animales.

A pesar de eso, tenemos una cinta excepcionalmente hermosa que no pueden dejar de disfrutar en la pantalla grande.

Salvador Franco R.

DIRIGE

• Jon Favreau.

ACTÚA

• Neel Sethi.