Sufragio femenino
Fue hasta los años 70 cuando en realidad las mujeres empezaron a ejercer su derecho, pues el mundo vivía una revolución ideológica, política y cultural. Antes vivieron severos niveles de re-presión familiar.
Las mexicanas logaron su derecho a votar y ser votadas en cargos de elección popular hace 60 años. En 1953 Ruiz Cortines logró este avance en el ámbito federal. La condición de madre soltera, indígena, pobre, discapacitada y analfabeta ha sido pretexto para que sean maltratadas, asesinadas, desaparecidas y violadas. El hecho de ser consideradas parte fundamental de la familia las obliga a permanecer al lado de quienes, ostentando su poder, violan a diario los derechos conyugales de pareja o concubinato.
Entre 1884 y 87 se publica la revista Violetas de Anáhuac, dirigida y escrita por mujeres, demandando el sufragio femenino. En 1910 se creó el Club Femenil Antirreeleccionista Las hijas de Cuauhtémoc apoyando a Madero, solicitando su participación política.
En 1916 se realiza el primer congreso feminista, impulsado por Salvador Alvarado, gobernador de Yucatán para demandar que se les otorgara el voto. La Constitución del 17 no expresó su derecho a votar.
En 1923 la Sección Mexicana de la Liga Panamericana de mujeres se reunió en la Ciudad de México; sus 100 delegadas demandaron igualdad civil para ser elegibles en cargos administrativos y parlamentarios.
Aurelio Manrique, gobernador de San Luis Potosí, expidió un decreto concediendo a las mujeres potosinas el derecho a votar y a ser elegidas en elecciones municipales. En Yucatán, Elvia Carrillo Puerto fue la primera mexicana electa diputada al congreso local. Hacia 1935 por vez primera participaron en las votaciones internas del Partido Nacional Revolucionario (PNR) mujeres del partido gobernante y militantes del partido comunista impulsaron el Frente Único Pro Derechos de la Mujer (FUPDM), exigiendo reivindicaciones de clase y género. La Confederación Campesina Mexicana (CCM) creó el Departamento Autónomo de la Mujer para demandar el cumplimiento de la Ley Federal del Trabajo y la sindicalización de las obreras y empleadas gubernamentales y la instalación de guarderías para niños en los mercados.
En 1937 Lázaro Cárdenas reformó la Constitución, reconociendo la ciudadanía de las mujeres. Miguel Alemán impulsó su participación en las elecciones municipales en igualdad de condiciones que los varones, con el derecho a votar y ser electas.
Ruiz Cortines “les reconoció la ciudadanía sin restricciones”. Eran tiempos de “la madre ejemplar, la esposa abnegada, la hija recatada y la hermana leal”.
Fue hasta los años 70 cuando en realidad las mujeres empezaron a ejercer su derecho, pues el mundo vivía una revolución ideológica, política y cultural. Antes vivieron severos niveles de represión familiar. En los 90, su reivindicación de igualdad de géneros luchó contra la violencia familiar, la que se ejerce por medio de golpes, insultos, denostación y denigración en las casas, esa que maltrata a diario a muchas mujeres, sostén económico del hogar, incluso a costa de su integridad. El sufragio femenino significa el reconocimiento a la igualdad en la participación política y la posibilidad de decidir sobre su vida. Con motivo de esta celebración, el presidente Enrique Peña Nieto pretende modificar la ley para que ocupen 50% de los asientos congresionales. Le tomaron la palabra varias senadoras al solicitarle que ponga el ejemplo instalando mujeres en la mitad de su gabinete. Es buena idea, ya que han demostrado ser más trabajadoras y menos corruptas que los hombres, ¿o no, estimado lector?
*Abogado y político
