El Inai y el porvenir del apagón analógico

En mayo de 2014, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), en coordinación con la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), inició la entrega de televisores digitales de conformidad con el cronograma determinado en el Programa de Trabajo para la Transición a la Televisión Digital Terrestre, más conocido como el (TDT).

Por su parte, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) implementó en todo el país, por área de cobertura, el cese de las transmisiones de las señales analógicas, una vez que, por las acciones gubernativas se alcanzara un nivel de penetración de la señal digitalizada de 90% de hogares de escasos recursos definidos por la Sedesol.

Así, al 31 de diciembre de 2015,tanto la SCT como el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) anunciaron que se había cumplido con el mandato constitucional de la Reforma de Telecomunicaciones  mediante el programa logístico de entrega de televisores digitales, el cual benefició a uno de cada tres hogares de escasos recursos, y llegó a más de 2 mil puntos geográficos en todo el país. Que se alcanzó el nivel de penetración de receptores digitales de cuando menos el 90% de los hogares de escasos recursos definidos por la Sedesol.

Sin lugar a dudas, el programa TDT y su satisfacción precisa de transparencia para un ejercicio continuo de rendición de cuentas. A su vez, implicará un tratamiento masivo de datos personales, me refiero al padrón de beneficiarios de los televisores digitales entregados que se estima en millones de personas, cuyos datos personales fueron recabados y bajo la modalidad extensiva, al parecer incluyeron datos biométricos como las huellas digitales de ambas manos y el iris de los ojos.

En paralelo, el Inai será determinante en la delicada misión de garantizar el debido tratamiento y resguardo de la información confidencial que se ha concentrado en el padrón de beneficiarios del TDT en manos de la SCT y de los cruces de esa base nueva con el padrón de la propia Sedesol; TDT ha creado una enorme base de datos personales que puede ubicarse en una de las más grandes en posesión del sector público en nuestro país. Entre las que destacan por su tamaño la del Registro Nacional de Electores seguida por la de contribuyentes del Sistema de Administración Tributaria (SAT).

De inicio de 2015 al 27 de diciembre de ese año, y por lo que hace únicamente a dos dependencias del Ejecutivo federal (la Sedesol y la SCT), hubo registros en el Sistema Infomex de 43 requerimientos informativos (solicitudes de acceso a la información). El IFT ha conocido de 69 requerimientos de información a través de sus propios canales de transparencia.

Como muestra de los asuntos que podrían generar intervenciones del Inai al respecto, cito aquél en que revocó la respuesta de la SCT cuando se le requirió conocer el estado que guardaba el apagón analógico, los estados y municipios de la República en que se realizó, y el calendario para implementarlo en las partes en las cuales aún no se había realizado.

Seguramente, el programa TDT será objeto y motivo de importantes reclamos informativos en tanto que es un proyecto modernizador en beneficio de una población que experimenta diversas modalidades de desigualdad que deben ser superadas.

Al margen de las cuestiones eminentemente técnicas y operativas del programa que corresponderá en exclusivo al IFT, a la SCT y otras dependencias públicas, el Inai deberá continuar una intervención casuística respecto de los recursos que generen las solicitudes de acceso a la información que rodean desde sus comienzos el programa y sus detalles cualitativos y cuantitativos.

La certeza ciudadana sobre la generación, evolución y conclusión de estos grandes programas públicos y de cualquier otro, es vía para la asimilación democrática que urge fomentar y consolidar.

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