Reversa en el impuesto sobre la plusvalía
En un intento por hacer un “control de daños”, Miguel Mancera reveló ayer que envió a la Asamblea Constituyente una sugerencia para eliminar el artículo 27, apartado C, numeral 7, del Proyecto de Constitución de la Ciudad de México, que habla de la plusvalía de ...
En un intento por hacer un “control de daños”, Miguel Mancera reveló ayer que envió a la Asamblea Constituyente una sugerencia para eliminar el artículo 27, apartado C, numeral 7, del Proyecto de Constitución de la Ciudad de México, que habla de la plusvalía de los inmuebles.
Ese polémico artículo, que le atrajo una cascada de duras críticas en redes sociales y encendió los focos rojos entre los capitalinos, dice, textual:
“Los incrementos en el valor del suelo derivados del proceso de urbanización se considerarán parte de la riqueza pública de la Ciudad. La Ley regulará su aprovechamiento para restablecer los ecosistemas y las zonas degradadas de la Ciudad”.
A la oposición le pusieron el balón y chutó con fuerza. El senador panista Ernesto Cordero, constituyente, lo etiquetó como un nuevo impuesto confiscatorio al puro estilo de “la Unión Soviética”.
La pésima redacción del citado artículo permitió a los adversarios políticos difundir la versión de que el Gobierno de la Ciudad confiscaría la plusvalía de casas, departamentos, locales, edificios…
La organización Change.org llegó incluso a señalar que la disposición significa un “adiós a la propiedad privada”. Abrió una campaña de rechazo a ese artículo que confisca la plusvalía de los inmuebles, “que es el producto del esfuerzo y sacrificio de muchas familias”. De inmediato juntó miles de firmas.
Al jefe de Gobierno le recetaron toda clase de lindezas en las redes sociales.
- Miguel Mancera reaccionó y pidió que, en lugar de ese artículo, se transcriba textual, en el Proyecto de Constitución, el artículo 122, apartado A, fracción quinta de la Carta Magna, que establece:
“Las leyes federales no limitarán las facultades de la Ciudad de México para establecer las contribuciones sobre la propiedad inmobiliaria, su fraccionamiento, división, consolidación, traslación y mejora.
“Así como las que tengan por base el cambio de valor de los inmuebles y las derivadas de la prestación de servicios públicos a su cargo, ni concederán exenciones en relación con las mismas”.
Pero también el artículo 10, fracciones XII y XXI de la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, que a la letra dice:
“Emitir y, en su caso, modificar la legislación local en materia de Derecho Urbano que permita contribuir al financiamiento, instrumentación del ordenamiento territorial y el Desarrollo Urbano y Metropolitano en condiciones de equidad.
“Así como para la recuperación de las inversiones públicas y el incremento de valor de la propiedad privada, generado por la consolidación y el crecimiento urbano”.
En otras palabras, quiere dejar las cosas como están y evitar confusiones e interpretaciones.
Facultades para el impuesto a la plusvalía las tenía. El error fue haberlo hecho explícito.
“Jamás ha existido la intención, por parte del grupo redactor, de crear un nuevo impuesto a los habitantes de la Ciudad de México”, puntualizó el jefe de Gobierno.
El PAN celebró el anuncio de Mancera. “Fue un gravísimo error como venía redactado. Jamás lo votaríamos así; qué bueno que aceptaron su error”, dijo el senador Cordero.
La plusvalía ha sido un elemento que ya es considerado como un impuesto en otros países.
En España, por ejemplo, las tasas van de 2.48% a 2.84% sobre el valor del terreno al momento de la enajenación.
- Abrí ayer el portal de El País y me dio vergüenza lo que leí sobre el Informe Pisa, la prueba internacional sobre educación más reconocida del mundo: “México reprueba todos los exámenes que evalúan la calidad de la información. Se mantiene en el último lugar de la OCDE con peor nivel educativo, aunque supera a Colombia, Brasil, Perú y Costa Rica”.
Y más: “Sobre una escala en la que la media es de 500 puntos, los alumnos mexicanos no han aprobado un solo examen: ni ciencias, lectura y matemáticas”.
Y aún así hay quienes desconocen la necesidad de la Reforma Educativa, sea porque se les jode el negocio, la herencia de plazas, el control de los maestros o simplemente por rentabilidad electoral.
- Me gustaría haberle visto la cara a Donald Trump cuando le informaron que la petrolera estatal china obtuvo dos contratos para extraer petróleo en las aguas profundas del Golfo de México —ofreció niveles de regalías hasta 10% superiores al resto del mercado— y que la compañía australiana BHP Billiton ya es socia de Pemex. Es por allí donde México se puede cobrar las afrentas del representante de la demagogia barata y agresiva de la supremacía blanca, quien llegará a la Casa Blanca el próximo 20 de enero. Asume, con el apoyo de menos de la mitad de los estadunidenses, la idea de restaurar el proteccionismo, expulsar a millones de indocumentados y con miles manifestándose en las calles contra sus políticas.
- Conocí a Javier Guerrero como un diputado priista de hueso colorado. Un incondicional de Beatriz Paredes, si mal no recuerdo. Integró, junto con la tlaxcalteca, la fórmula que en 2002 compitió por la dirigencia del PRI contra Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo. El coahuilense iba entonces como secretario general.
Ayer me enteré de que el hombre tiene un pie fuera del PRI y que está por destaparse como candidato independiente al gobierno de Coahuila. Le ganó el fastidio por la presión que ejerce el gobernador Rubén Moreira en favor de su delfín, el alcalde de Torreón, Miguel Ángel Riquelme.
Hay algunos que no entienden que los tiempos ya cambiaron.
