Otras decisiones
El mensaje de Trump fue bien recibido por los mayores de edad blancos, pero también por otras minorías que, una vez que llegaron a EU, ya no quieren que alguien más lo haga
La elección del señor Trump es una muestra más del hartazgo de la gente respecto a los partidos políticos, sus dirigentes y sus miembros destacados. Este señor supo engañar y encender a millones de personas con su discurso beligerante y, sobre todo, convencerlos de que lo que viene ocurriendo es culpa de los musulmanes, mexicanos y otras minorías que habitan ese país, así como de que los tratados comerciales han dañado mucho al empleo.
Su mensaje fue bien recibido por los mayores de edad blancos, pero también por otras minorías que, una vez que han llegado a dicho país, ya no quieren que alguien más lo haga. Como dice Ignacio Ramonet, ha sido una rebelión de las bases en contra de las élites políticas, económicas e intelectuales, incluyendo los medios de comunicación.
Y esto está por ocurrir en Francia con la señora Le Pen y en Italia con el referéndum que propone el señor Renzi, además de que, recordemos, en ese país ya hubo una versión “trumpiana”, con el señor Berlusconi gobernando.
La señora Clinton ganó lo que llaman el voto popular, aunque por una diferencia que no llega a 1 por ciento. Nuestro país vecino está muy dividido y la muestra de ello fueron las otras decisiones que se sometieron a votación en diversos estados sobre temas muy variados, pero que demostraron que existe una mayoría pensante y, en ciertos casos, de avanzada.
Hubo 154 propuestas sometidas a votación en varios estados y sobre ellas sí decide la mayoría. Como decíamos, algunas que suenan tan irracionales como aquella, que por cierto perdió, que pretendía en California obligar a los artistas porno a usar condón en las filmaciones y que fuera visible, porque, si no, cualquier residente de ese estado podría demandarlos.
Pero entre las más serias está la que mayores titulares se llevó, la referente a la aprobación del uso de la mariguana, ya sea para consumo personal o médico y que se aprobó en ocho estados, con lo cual suman ya 29 en los que su producción y consumo se permite bajo registro. El único donde fue rechazada fue en Arizona.
En cuatro estados se aprobó un incremento al salario mínimo, con diferentes aumentos hasta llegar en el año 2020 a 12 dólares la hora, con la excepción de Washington, en donde se incrementará a 13.50 dólares la hora. Existía otra propuesta en Dakota del Sur que pedía reducir el salario mínimo a los menores de edad, misma que fue rechazada.
También se propuso hacer más rígido el control de la venta de armas y tres estados lo aprobaron (Nevada, California y Washington), siendo rechazada en Maine. Otra propuesta que me parece de avanzada es la referente a la posibilidad de que los enfermos terminales puedan decidir acabar con su vida. Ahora el estado de Colorado se une a cinco estados más en los que ya se permitía. La propuesta indica que deben ser personas que residan en Colorado, tener más de 18 años y que dos doctores certifiquen que tienen capacidad mental para decidir.
Asimismo, se aprobó incrementar el impuesto al tabaco, y en California se rechazó eliminar la pena de muerte; esta propuesta era que el condenado permaneciera en la cárcel sin derecho a salir hasta que muriera.
Lo que observamos en esa diversidad de temas es que la sociedad estadunidense se organiza para pasar por arriba de las élites políticas y alcanzar el éxito en sus propuestas.
Son ejemplos de cómo, a pesar de que una persona conservadora y reaccionaria llegue a la Presidencia, existen formas de conseguir medidas que benefician a la población y que van en contra de las élites, tales como el incremento al salario mínimo y los impuestos al tabaco, a pesar del dinero que gastaron las empresas del ramo para que no fueran aprobadas.
Éstas son lecciones para México, donde las élites también están separadas de las bases y se sienten muy tranquilas asistiendo al gran premio de automovilismo, llegando en helicópteros desde sus mansiones en Santa Fe o Metepec, y retratándose en todas las secciones de sociales las mismas pocas familias poderosas, mientras afuera hay millones a quienes no les alcanza para comer.
