Contra la avaricia

En una resolución sin precedentes, la Comisión Europea ha determinado que la empresa estadunidense Apple debe pagar 13 mil millones de euros, más sus intereses, por las ayudas ilegales que ha recibido del gobierno irlandés desde hace más de diez años.

Por supuesto que esta decisión ha causado conmoción en el mundo, lo que ha provocado que incluso el gobierno de Irlanda haya anunciado que no está de acuerdo y combatirá la decisión. El director ejecutivo de Apple, el señor Tim Cook, en una melosa comunicación publicada esta semana, ha defendido su posición diciendo que él ha cumplido con las leyes fiscales de ese país, lo cual es cierto, pero ilegal y además ha tenido la audacia de decir que la Comisión Europea está violando la soberanía de los países y que la decisión es “pura basura política”.

La comisaria Margrethe Vestager, que es la responsable de la política de competencia, ha sido muy clara al expresar que “los Estados miembros no pueden otorgar ventajas fiscales de forma selectiva a determinadas empresas, puesto que esa medida es ilegal en virtud de las normas sobre ayudas estatales de la UE... Apple consiguió pagar un tipo efectivo del impuesto sobre sociedades del 1% sobre los beneficios generados en Europa en 2003 y que se redujo a 0.005% en 2014.”

Para Irlanda, estos 13 mil millones de euros que Apple debe pagarle representan todo su gasto anual en el sistema de salud pública o 66% de las ayudas sociales.

Incluso, según han publicado los medios de comunicación, la comisión ha informado que tiene en su poder un documento de más de cien páginas que permite calcular cuántos impuestos ha dejado de pagar Apple en cada país europeo entre los años 2003 y 2014.

Apple es famosa por sus desarrollos tecnológicos, pero también lo es en casi todas las partes del mundo por sus desarrollos de evasión de impuestos. El caso de Irlanda no es el primero y creemos que no será el último. En diciembre del año pasado aceptó pagar 318 millones de euros en Italia por la facturación que hacían en Irlanda de los productos que vendía en Italia. En este país lo único que decía hacer era el soporte de ventas y mercadotecnia, declarando tan sólo 30 millones de euros en ventas, cuando en realidad superaban los mil millones. Los españoles también están investigando, pues en 2014 la empresa declaró ingresos por menos de 20 millones de euros, cuando expertos han calculado que sus ventas superaban los dos mil millones.

¿Por qué hace esto la empresa? Por la sencilla razón de la avaricia. En 2014 el señor Cook declaró, en un programa de televisión, que regresar sus beneficios a Estados Unidos le costaría 40% más, lo cual consideraba no razonable e hizo el comentario genial de que “el actual código tributario fue hecho para la era industrial y no para la digital”. Es decir, no nos molesten con sus farragosas leyes y déjenos ganar todo el dinero que queramos.

El cálculo que se hace sobre cuánto representa la decisión de la comisión es apenas 6% del efectivo en caja de la empresa que, de acuerdo con la empresa Bloomberg, al día de hoy asciende a 232 mil millones de dólares.

El gobierno norteamericano ha reaccionado defendiendo a Apple y acusando a la Comisión Europea de querer convertirse en un órgano supranacional que impone reglas. Ellos hacen lo mismo con su Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero y nadie protesta.

Según los medios de comunicación, algunos ministros del nuevo gobierno inglés han manifestado que ahora que van a salir de la Comunidad Europea, esta decisión contra Apple puede ser una oportunidad para atraer negocios que no están contentos con las normas vigentes.

Creo que sería conveniente también que el SAT hiciera una revisión de lo que hace Apple en México, no vaya a ser que aquí también esté evadiendo el pago de impuestos.

Lo importante de esta decisión radica en que, por muy grande y económicamente poderosa que sea una empresa privada de cualquier nacionalidad, está sujeta a las leyes y no puede violarlas sin que haya algún castigo.