La igualdad de género: beneficios para toda la sociedad
Con demasiada frecuencia las mujeres y las niñas del mundo son relegadas de muchas maneras.
Ningún país puede alcanzar su pleno potencial sin aprovechar la totalidad de su población económicamente activa, no obstante, con demasiada frecuencia las mujeres y las niñas del mundo son relegadas de muchas maneras. El gobierno de Australia se enorgullece en su compromiso con la igualdad de género, tanto dentro de mi país como en el extranjero. Es un tema y cuestión que también está siendo abordado y atendido aquí en México, donde, al igual que en Australia, las mujeres están subrepresentadas en posiciones de liderazgo a lo largo y ancho de la actividad económica. Aunque de manera alentadora, en el ámbito de la diplomacia en el cual me desempeño, tanto Australia como México son ejemplo de países en los cuales la política exterior es liderada por mujeres. La canciller de Australia, Julie Bishop, y su homóloga de México, la maestra Claudia Ruiz Massieu, ocupan cargos que generalmente son considerados entre los de mayor relevancia en un gabinete de gobierno nacional.
Tengo el honor de ser parte de esta labor del gobierno de Australia, mediante la instrumentación de la Estrategia de Igualdad de Género y Empoderamiento de las Mujeres, la cual fue lanzada por la canciller Bishop a principios del año en curso. Cabe resaltar que esta estrategia hace de la igualdad de género una prioridad medular de nuestra política exterior y nuestra política de asistencia para el desarrollo.
Dicha estrategia incluye tres prioridades. La primera consiste en aspirar a realzar el papel de las mujeres en la toma de decisiones, el liderazgo y la consolidación de la paz. Incluir las perspectivas de las mujeres en la toma de decisiones es el paso central hacia un mundo más igualitario, ya que de esa manera es más probable que dichas decisiones incluyan las repercusiones que éstas tengan en las mujeres. Simplemente hace sentido que si se cuenta con más personas que estén en posición de brindar ideas y retroalimentación, el resultado será una empresa más innovadora y con mejor capacidad de respuesta.
La segunda prioridad es promover el empoderamiento económico de las mujeres. Las naciones que utilicen mejor las aptitudes y la determinación de la mitad de su población prosperarán. Diversos análisis han identificado que si las mujeres y los hombres participaran de manera igualitaria en la fuerza de trabajo formal, se añadirían 28 millones de millones de dólares a la economía global. En todos los países del mundo existen esferas en las cuales podemos realizar mejoras, y la estrategia de Australia refleja el compromiso del G20 de cerrar la brecha en materia de participación en el lugar de trabajo.
Nuestra tercera prioridad es poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas. Trágicamente, dicha violencia continúa siendo un problema generalizado alrededor del mundo, y se manifiesta de muchas maneras. Poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas requiere tanto de prevención, así como atención para los autores de actos de violencia y para las víctimas. El uso de la violencia no solamente es inadmisible: su uso contra las mujeres y las niñas perpetúa el ciclo de menosprecio y denigración de las mujeres.
Como embajador, y como padre de una hija a quien adoro, me considero afortunado por haber tenido la oportunidad de conocer a algunas de las muchas personas en México que están realizando una excelente labor encaminada a alcanzar la igualdad de género. Todos estamos conscientes de que dicho objetivo no se logrará de un día para otro. No obstante, mediante la colaboración entre el empresariado, el gobierno y los ciudadanos podemos marcar una genuina diferencia y trabajar con miras a hacer realidad un mundo más igualitario y que nos beneficie a todos por igual.
Espero sus comentarios en downunder.mexico@dfat.gov.au, en Facebook.com/ausembmex, o en Twitter.com/AusEmbMex.
Embajador de Australia en México.
