Académico rompe mitos de la Reforma Educativa
La legislación viene a dignificar al docente, asegura Gilberto Guevara en su obra Poder para el maestro, poder para la escuela

CIUDAD DE MÉXICO.
La Reforma Educativa quiere empoderar al docente y a la escuela, hacer del mérito el mecanismo para el ingreso, la promoción y el reconocimiento público y profesional; gratificar monetariamente a los profesores destacados y mejorar su preparación académica, afirmó el investigador y ensayista Gilberto Guevara Niebla, que recién publica el libro Poder para el maestro, poder para la escuela, un diagnóstico de la actual reforma donde desmenuza los mitos y culpables que la rodean.
Uno de esos mitos está en la resistencia a esta reforma, apunta, encabezada por líderes locales y militantes de la vieja guardia del SNTE y la CNTE, quienes se han empeñado en defender los innumerables privilegios de que gozaron los gremios docentes hasta el inicio de la reforma.
“Sin embargo, hay que decirlo con todas sus letras: una protesta construida sobre mentiras no puede tener éxito; los mexicanos no debemos permitirlo”, afirmó el investigador.
En su libro, Guevara Niebla enfatiza al menos cinco ideas clave: la Reforma Educativa no es punitiva ni busca privatizar la educación, no es una imposición de la OCDE, ni requiere la opinión de todos los maestros; y es una falacia afirmar que no es una Reforma Educativa, sino laboral. “En todo caso, es una reforma que quiere desmontar una estructura de poder, gestada en los recientes 70 años, donde la escuela era vista como la novela Un mundo feliz de Aldous Huxley.
“Lo verdaderamente importante es que esta reforma quiere dignificar la profesión del docente, hay que pagar mejores salarios y hacer de la escuela un lugar amable para el profesor.
“Por eso creo que ha acertado en dos cosas: poner en el centro a los profesores y a la escuela; es una reforma correcta desde el punto de vista estratégico”, dijo.
“Sin embargo, la Reforma Educativa se inscribió en un contexto de mucha vulnerabilidad en el orden social y político.
“Porque tenemos una sociedad muy ofendida, agraviada y resentida, victimista y antiestado, muy vulnerable, motivada por una expresión de descontento violenta por parte de la CNTE que, en realidad, pone en peligro la estabilidad nacional”, puntualizó el investigador.
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