Veinte años sin respuestas: caso del Cardenal Posadas
Demandan al Presidente y al procurador general de República que terminen con la indagatoria y den con los homicidas
CIUDAD DE MÉXICO, 24 de mayo.- Dos décadas han pasado desde el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo y quienes han seguido paso a paso la investigación del homicidio exigen al presidente Enrique Peña Nieto y al procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, que no les tiemble la mano y esclarezcan el homicidio para concluir el caso.
Para el abogado Jesús Becerra, a 20 años del homicidio del arzobispo de Guadalajara, todavía existen esperanzas de que las autoridades resuelvan el caso, y señaló que buscarán a Peña Nieto para entregarle la documentación y los expedientes relacionados a la investigación del asesinato del cardenal.
“Vamos a ver si tiene el arrojo el presidente Peña Nieto para sacar adelante un asunto que agravió a los mexicanos. Esperemos que Peña traiga la nueva visión de resolver los grandes temas y este es un gran tema que está vigente y que no se ha resuelto.”
Entrevistado por Excélsior indicó que hace unas semanas fue citado a declarar el general y ex gobernador de Morelos Jorge Carrillo Olea sobre el caso, por lo que aseguró que el asunto no está congelado y se sigue actuando y trabajando en el tema.
“A Carrillo Olea se la ha querido involucrar desde el principio, hubo un testigo, que promovió la PGR, y lo acusó de haber operado el homicidio de Posadas y luego nos dimos cuenta de que era un testigo falso”.
Becerra Pedrote lamentó que a las administraciones panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón “les haya temblado la mano” para resolver el asesinato del cardenal Posadas, ya que los avances que se lograron en esos 12 años fueron mínimos.
“El presidente Fox en su discurso pronunciado cuando fue electo dijo que no habría cacería de brujas, que no va a perseguir a nadie y lo cumplió. Fox no quiso resolver el asunto del cardenal. Luego con Calderón, después de tantas pifias que tuvo la Procuraduría, pues no podríamos esperar más de él, estoy decepcionado de los dos ex presidentes en el campo de hacer justicia”, puntualizó.
Becerra sostuvo que está confiado en que el actual titular de la PGR, Jesús Murillo Karam “es un hombre mucho más sólido que los anteriores procuradores”, por lo que confía en que las nuevas autoridades saquen el asunto adelante.
¿Homicidio o confusión?
La tarde del 24 de mayo de 1993 en el aeropuerto Internacional de Guadalajara Miguel Hidalgo y Costilla, ubicado en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, fue asesinado el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, junto a él perdieron la vida otras cinco personas.
El arzobispo jalisciense se encontraba en el estacionamiento del aeropuerto para recibir al entonces nuncio apostólico en México, Girolamo Prigione, al descender de su automóvil Grand Marquis color blanco un tiroteo se desató, 14 balas se impactaron en el cuerpo del cardenal lo que le ocasionó la muerte.
El acontecimiento provocó gran controversia en las esferas políticas y judiciales del país al no conocerse los móviles del homicidio y las causas reales del tiroteo en el que falleció el mitrado.
La PGR mantiene abierta la indagatoria por el asesinato de Juan Jesús Posadas. En el expediente se menciona la participación de dos organizaciones criminales: Los Arellano Félix, liderados en ese entonces por Benjamín Arellano Félix, y el cártel de Pacífico, encabezado por Joaquín El Chapo Guzmán.
La dependencia mantiene en la averiguación previa, que el asesinato se debió a una confusión, lo que llevó incluso a que los líderes del cártel de Tijuana se reunieran con el entonces nuncio apostólico en nuestro país, Girolamo Prigione en la sede de la representación vaticana ubicada en la Ciudad de México para asegurarle que ellos no tenías que ver en la muerte de Posadas.
Los abogados que conocen el asunto sobre la muerte de Posadas afirman que con la cantidad de pruebas que demuestran el asesinato directo en contra del cardenal, la Procuraduría General de la República no pudo cerrar la averiguación previa por lo que jurídicamente el caso quedó abierto, y hasta el momento los tribunales no han encontrado los elementos de prueba suficientes que respalden la hipótesis de la confusión propuesta por la PGR de Antonio Lozano.
De acuerdo con un informe de 1996 dado a conocer por el entonces titular de la PGR, Lozano Gracia, fueron Juan Francisco Murillo, El Güero Jaibo, y Édgar Nicolás Rábago, El Negro, ambos pertenecientes al cártel de Los Arellano Félix, los homicidas que dispararon en catorce ocasiones contra Posadas Ocampo la tarde del 24 de mayo.
A pesar de que los dos sicarios fueron detenidos y consignados, hasta el momento, dos décadas después, no han sido sentenciados por el asesinato del entonces arzobispo de Guadalajara.
Para el abogado que ha llevado el caso Posadas, José Antonio Ortega, el asesinato de Juan Jesús Posadas Ocampo se trató de un crimen de Estado.
Las hipótesis
La hipótesis del fuego cruzado fue el primer planteamiento al que llegó la PGR en 1993 y en el que se sustentó que el cardenal Posada llegó al aeropuerto y se encontraron en medio de un tiroteo entre las bandas de El Chapo Guzmán y la de los hermanos Arellano Félix.
La segunda hipótesis “de la confusión” argumentaba que integrantes del grupo de los Arellano Félix confundieron al cardenal con Joaquín Guzmán Loera o con su escolta.
La tercera hipótesis marcaba que el asesinato fue premeditado para atentar específicamente contra la vida del jerarca católico.
ANÉCDOTA
El cardenal Juan Jesús Posadas fue asesinado en Guadalajara el 24 de mayo de 1993, durante una presunta emboscada contra El Chapo Guzmán.
Girolamo Prigione, entonces nuncio apostólico, le dijo al cardenal Posadas Ocampo que se olvidara del protocolo diplomático y no fuera al aeropuerto de Guadalajara.
Posadas Ocampo no hizo caso. Abordó su coche, un Grand Marquís blanco casi nuevo conducido por Pedro Pérez, y fue en busca del representante del Papa en México.
En paralelo, los hombres del cártel de los Arellano Félix habían preparado en el estacionamiento del aeropuerto de Guadalajara una emboscada contra Joaquín El Chapo Guzmán.
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