Norberto Rivera pide denunciar pederastia
El cardenal pide proteger a los menores, con motivo de la celebración del Día del Niño

CIUDAD DE MÉXICO, 29 de abril.- En el marco de la celebración del Día del Niño, el cardenal Norberto Rivera aseveró que miles de infantes son explotados sexualmente, y quienes lucran con ellos son encubiertos por los mismos que pueden desviar la mirada de la opinión pública.
“Miles de niños y niñas son explotados sexualmente -esto se está dando a conocer sobre todo ahora que celebramos el Día del Niño-, a ellos no hay quien los defienda pero ciertamente hay quien está lucrando y quien está encubriendo a los explotadores, y son los mismos que se rasgan las vestiduras y señalan a otros para que la opinión pública mire a otro lado”, dijo.
Durante el sermón en la misa dominical en la Catedral Metropolitana, Norberto Rivera señaló que la prostitución y otros delitos no son atendidos por causa de “conflictos políticos o lo que es peor, conflictos electorales”.
Además condenó que se quiera “aniquilar impunemente al niño en el vientre materno” con leyes que lo protejan, y aseguró que constantemente en México no se manifiesta el amor sino la violencia, la corrupción y el consumo de drogas.
“En nuestro país, con frecuencia, no se escucha el canto nuevo del amor sino el llanto de las sirenas que nos advierten que están recogiendo a las víctimas del odio y de la violencia, y no sólo eso, sino que se escucha el griterío de los que piden que se amplíen los espacios y el tiempo para que el alcohol, la violencia, y no sólo eso, los accidentes, la corrupción, el consumo de drogas tenga mayor cabida”, aseveró.
El arzobispo primado de México lamentó que existan millones de personas en el mundo condenadas al “hambre, a la ignorancia y al desempleo”, y criticó que los tomen solamente como parte de una estadística y no sean debidamente atendidos.
Ante decenas de fieles católicos, en este V Domingo de Pascua, el jerarca religioso citó del Evangelio el nuevo mandamiento que Jesús dio a sus discípulos: “que se amen los unos a los otros, como yo los he amado”.
Concluyó su homilía con el mensaje de que todos estos problemas “no nos pueden quitar la fe ni la esperanza”, y detalló que miles de familias y comunidades se suman a la transformación del amor y la justicia.
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