'Estoy en erupción': Miguel Bosé

Así se encuentra actualmente el cantante español, expulsando sus vivencias en su nuevo disco ‘Amo’

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CIUDAD DE MÉXICO, 6 de noviembre.- Igual que un volcán en erupción, Miguel Bosé se encuentra en constante movimiento creativo y con ganas de exhalar todo lo que ha vivido a lo largo de su vida; sus gustos, logros, deseos, su nueva aventura al lado de sus hijos Diego y Tadeo, a quienes les inyecta todos sus conocimientos y pasiones, es lo que refleja en su nuevo disco Amo.

—Miguel, cuéntanos de tu nuevo disco, suena cómo un recordatorio a la capacidad de asombro que se pierde por vivir de prisa...

Me encanta, porque cada persona lo ve de manera diferente, eso quiere decir, que cada quien lo está haciendo suyo a su manera, y de eso se trata. Amo habla del conocimiento en general, un mundo atómico, biología marina, del universo, la lectura, invenciones, matemáticas, física... es todo lo que yo soy; habla de la curiosidad extrema, de la capacidad de poder sorprenderte, de cuando yo era niño, habla del domingo y de que hay que santificarlo; yo lo hago agarrado de la almohada en la cama durmiendo, hablo del Dios como un tirano que hace y deshace las cosas, hablo de una protesta social, y yo soy el fruto de todo eso, habla de muchas cosas y me encanta que tú lo veas así.

Para hablar de eso se tiene que haber vivido demasiado, ¿tú lo has hecho, estás en plenitud?

La verdad es que no lo sé, pero a nivel creativo y productivo es quizás el mejor año de mi vida y también a nivel rendimiento, porque consigo hacer muchísimas cosas muy bien concebidas. Estoy en un momento tremendamente de erupción constante.

—¿Eres un hombre muy curioso?

Uno de los rasgos más determinantes de mi personalidad es la curiosidad, la inquietud por aprender, por descubrir nuevas cosas, afinarme, es una cosa que además va a más; yo creí cuando era un adolescente y que ya desarrollaba esto a través de la lectura; que aprender, conocer, estudiar y profundizar iba a parar, pero no, sigue para más y aprovecho el tiempo al máximo.

—También plasmas en este disco tu amor por la biología marina, ¿le das tiempo a tus pasiones?

Toda la vida, no pasaban más de tres meses sin que no hiciese inversión, además filmaba; pero a partir del momento en que nacen mis hijos, no me he vuelto a poner mis trajes, mis gafas, mis aletas, ni mis ordenadores de muñeca; que sé yo cuándo volveré a meterme. Eso sí, mis hijos están entrenadísimos, saben todo, la diferencia que hay entre una ballena y una orca, una franca, una rorcual azul, ellos ya saben cuál es el planeta más grande y todas esas cosas; pero menos eso, el resto lo sigo practicando, nunca dejo de hacerlo.

—No cabe duda que cuando se es papá la vida cambia...

Te cambia la vida, te cambia la agenda y te cambia todo absolutamente; hay que integrar y reajustar todo más que cambiar, porque no quiero dejar la carrera de Bosé, porque es la que paga las facturas, entonces hay que darle su tiempo, su espacio y darles la prioridad más grande del mundo; lo que pasa es que en Miguel existe esta nueva aventura que es la familia y sólo es cuestión de agendar bien y darle su tiempo a todo. El problema es durante el primer año, luego ya todo fluye.

—Por lo que dices eres un papá dedicado, ¿supongo que ellos también te han enseñado mucho a ti?

Mucho, constantemente, es mucho lo que los hijos te enseñan.

—¿Te han despertado de nuevo la capacidad de asombro?

No, eso ya lo tenía yo, es mío absolutamente. Creo que el hombre nunca lo pierde, la mujer es completamente diferente, las niñas empiezan a crecer, se hacen mujeres y maduran de verdad nosotros no, nosotros nos quedamos atrapados en una zona muy infantil, entre los siete y diez años, por lo cual la capacidad de asombro la seguimos conservando los hombres, por eso nos dicen que parecemos tontos, pero no; yo la capacidad de asombro la tuve siempre, y es mayor según voy descubriendo cosas. Y Amo habla del saber, del aprender, del estar en constante movimiento a nivel conocimiento y de retroalimentarse por la maravilla que ejerce el descubrir algo, esa sensación de ¡ah!, que te da el entusiasmarte, eso no lo he perdido nunca.

—Sin embargo, seguro te falta descubrir muchas cosas...

Irán llegando. Es verdad que está bien poner proyectos, está bien de repente crear y fabricar fines y alimentarlos, pero es verdad también que hay proyectos que llaman a la puerta, no eres tú el que decides todo, no, el momento llega y llama a la puerta, cuando sabe que tú ya estás maduro para hacerlo.

—¿Dejas que la vida te sorprenda?

Así me sucede a mí. No sé si suceda igual con todas las personas, pero yo tengo un montón de cosas ahí que quiero hacer, y de repente pasa un año y no las hago y cuando las olvido, de repente tocan a mi puerta, así es esto.

—Otra cosa que te apasiona es el baile, ¿qué parte de tu vida ocupa ahora?

El baile ya lo aparté; mi mente está muchísimo más despierta, más lúcida y alatigada que nunca. Mis rótulas necesitan ser engrasadas; me operaron de los meniscos por el accidente que tuve de coche hace tiempo, y tampoco puedo montar a caballo, ahí pasa factura el tiempo; la gente dirá que bailo bien, pero hace 20 años que no lo hago, me moveré con gracia y eso parecerá que sé bailar, pero ya no lo hago, que lo hagan los demás.

—Pero te sientes joven, ¿o no?

Pero por supuesto, absolutamente, pero bailar lo que se llama bailar, como bailaba en el pasado, ya no.

—¿Te ha salido cara la factura?

Pero no es un pesar, es que es así, hay gente con 18 años que parecen ancianitos, es más que nada la actitud, la cabeza es la que manda.

—¿Eres feliz?

Conviene no decirlo muy alto, porque siempre hay por ahí alguien que escucha, y ya sabes lo envidiosos que somos los seres humanos; pero yo soy muy feliz, me siento afortunado y eso lo cuido, no lo ostento.

—Y la compartes también, pues la filantropía es parte de tu estilo de vida...

Es que los privilegios no se gozan si no se comparten, y sobre todo hablo de los privilegios de cuando uno tiene talentos, capacidades o dones, que te hacen estar donde estás y conseguir lo que tienes. Poder ayudar a la gente y compartir todo eso que tú tienes y sus efectos, debería ser un deber, no lo es, pero yo lo siento como una parte que me equilibra. He escuchado mis temas como Si tú no vuelves o Te amaré y digo, ¿y esto lo escribí yo?, ¡pero que se me ha metido dentro!, entonces yo creo que hay personas que son utilizadas como canal y hay que ser agradecidos, cuando tienes buenos resultados de lo que haces, hay que compartirlo con quien no puede o no tiene, va más allá de la solidaridad y la compasión, yo creo que es justicia, hay que devolver de lo mucho que se nos da.

—¿Estás satisfecho con lo que has dado y con lo que se te ha dado?

Es que creo haber entendido muy bien lo que se me ha dado, haberlo desarrollado hasta hoy de manera eficaz y bien entendida con buenos resultados, espero poder seguir haciéndolo, y creo que lo hecho bien hasta ahora en cuanto a deuda, pero no llega ni al diez por ciento de lo que aún debo, eso está clarísimo.

—Y por último, ¿por qué tendrían que escuchar tu disco?

Que lo hagan suyo, que lo interpreten y lo canten, que tomen su canción. Cuando estoy en un concierto me doy cuenta que el único que sobra en todo ese recinto soy yo, el público canta la canción que hace suya.

hch

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