Constitucionalistas alejados más de un siglo

La Carta Magna la redactaron políticos improvisados en un clima social convulso; la local será resultado de un partidismo cuestionado: expertos

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CIUDAD DE MÉXICO.

Los constituyentes de 1917 sesionaron en Querétaro, en medio de un país convulso: en el norte el ejército constitucionalista se enfrentaba a los villistas; en el sur, a los zapatistas.

A 100 años de aquel Constituyente, en la Casona de Xicoténcatl sesiona la Asamblea que redactará la Carta de Derechos de la Ciudad de México, ellos viven tiempos de descontento social, alza a los combustibles y confrontaciones con el presidente de Estados Unidos.

Las circunstancias de 1917 significaron una amenaza real para los constitucionalistas, facilitaron los acuerdos porque sabían que si se encontraban divididos, su futuro político era incierto. Simplemente podrían perder lo ganado y convertirse en otras facciones político-militares entre las que estaba dividido el país”.

Ignacio Marván Laborde, profesor e investigador de la División de Estudios Políticos del CIDE, lo narra en su libro Cómo hicieron la Constitución de 1917, del Fondo de Cultura Económica, que se presentará el 9 de febrero.

Los constituyentes de 1917, reflexiona Marván Laborde, eran abogados, ingenieros, médicos, con experiencia política limitada, aunque muchos eran parte del gobierno y llevaban tres o cuatro años en el poder.

Algunos eran cercanos al presidente Venustiano Carranza y conocidos como “liberales”, los de izquierda, “jacobinos” o “radicales”.

Habían llegado como resultado de la Revolución Mexicana, buscaban garantizar los derechos de los campesinos, trabajadores y materializar una figura que exigían los revolucionarios: el municipio. Al final fue uno de los grandes legados de esa Constitución.

Los constituyentes de 2017, a diferencia de 1917, surgieron a partir de la reforma política del artículo 122, por la necesidad de dar mayor autonomía a la Ciudad de México. Los de 1917 no pertenecían a algún partido político, a excepción del independiente Ismael Figueroa, líder del sindicato de Bomberos.

A esa Asamblea sólo llegaron 215 constituyentes elegidos por el pueblo. A la actual llegaron 60 elegidos en las urnas, pero también seis designados por el Poder Ejecutivo local, seis por el Federal, 14 por el Senado y 14 por la Cámara de Diputados.

Éste no es un poder constituyente, es un poder Constituido por el Congreso…es un órgano creado por otro poder, no por una revolución”, dijo Marván Laborde.

El constituyente más longevo en 1917 tenía 60 años, era el ingeniero Cristóbal Castillo; en 2017, la más longeva es Ifigenia Martínez y Hernández, de 91 años. Su presencia es muestra de otra diferencia; en ese tiempo fue escrita por 215 hombres en total; esta Constitución la están redactando 49 mujeres y 51 hombres.

Las metas que tenían en esa época eran garantizar los derechos de los trabajadores y campesinos, y conformar la figura del municipio, la mayoría coincidía en crear una figura presidencial fuerte.

En 2017 las agendas de cada partido fueron diversas, y tenían que ver con las miras electorales hacia 2018.

El PRD llegó con la bandera de ampliar los derechos de los ciudadanos, crear un Tribunal Constitucional,  instaurar una renta mínima universal, un ingreso base para la población y reducir el voto a los 16 años.

Morena, con miras en ampliar los derechos, y sobre todo, en profundizar la participación ciudadana, el fortalecimiento del plebiscito, referéndum, la consulta Ciudadana y la Consulta Popular, además de acotar las atribuciones del Poder Ejecutivo. El PAN, ampliar las facultades de las alcaldías.Mientras que el PRI se opuso a toda intención de Morena.

Sin embargo, a 100 años de la Carta Magna, hay algunas similitudes y grandes diferencias en la forma en que abordaron los temas medulares: los municipios y alcaldías, las atribuciones del poder ejecutivo y los derechos sociales.

Una de las máximas aportaciones de 1917 fue materializar la figura del municipio, una conquista de los revolucionarios. “El proyecto del primer jefe Carranza era municipalizar, después, en comisiones se agudizó en cuanto al poder político que se les daría”, explicó a

Excélsior el constitucionalista Rafael Estrada Michel, director del doctorado en derecho de la Universidad Panamericana.

Aquellos constituyentes crearon un “municipio especial” para la capital, “se elegían a sus autoridades y los municipios especiales tenían que contribuir a sus gastos y a los de la ciudad”, refirió.

Existía el General Ayuntamiento de la Ciudad de México y 12 municipios.

En 1928 éste se convirtió en el Departamento Central y los 12 municipios se transformaron en delegaciones.

Para 1970, el departamento se dividió en cuatro delegaciones: Cuauhtémoc, Benito Juárez, Venustiano Carranza y Miguel Hidalgo.

A los constituyentes de 2017, la reforma al artículo 122 les impuso una restricción que lamentaron: la Ciudad de México estaría integrada por alcaldías, no por municipios.

En la Casona de Xicoténcatl aprobaron que éstas tendrían personalidad jurídica, autonomía y recuperar atribuciones como verificar el uso de suelo y desarrollo urbano, tarea del Instituto de Verificación Administrativa.

Estrada indicó “la alcaldía es un remedo…un placebo, se trata de convertir a las delegaciones en una suerte de grupos colectivos, de gente que discute cosas y no llega a nada. Quieren dar dizque pluralismo, y que todo mundo tenga su parcelita de discusión, pero no de poder”.

Otro de los retos con diferencia de cien años fue definir las atribuciones del poder Ejecutivo.

La encomienda que hizo Venustiano Carranza era regresar al poder Ejecutivo, parte de las atribuciones que habían perdido después de la experiencia que vivió Francisco I. Madero con un Congreso que minó su poder.

Había consenso sobre la importancia de fortalecerlo sólo una minoría, propuso en aquel entonces un sistema parlamentario, y que el Congreso ratificara a los secretarios, pero eso no prosperó, entre ellos estaba David Pastrana Jaime, constituyente por Puebla”, comentó Marván.

Cien años después, entre los constituyentes hubo una evidente batalla entre quienes buscaban limitar el poder del jefe del Ejecutivo y los que intentaban mantener el status quo. Morena trató de restringir atribuciones y el PRD luchó por mantener las actuales.

Estrada Michel señaló que “los partidos políticos no tienen ningún incentivo para aprobar la revocación de mandato. Lo que menos quieren los políticos en activo es la revocación de mandato; la regla es : conservar el poder”.

En la primera “Constitución social del mundo”, como la recordó Marván, los derechos de los trabajadores y los campesinos quedaron plasmados.

En la actualidad, los grandes debates sobre el tema se dieron en la Comisión de Carta de Derechos, presidida por la perredista Marcela Lagarde y que aprobó una gama de derechos en la alimentación, vivienda, igualdad y no discriminación, derechos sexuales y reproductivos, así como los derechos de las personas en situación de calle.

A diferencia de 1917 hay derechos que causarían sorpresa porque hablan de la evolución de la sociedad: de las personas afrodescendientes, grupos indígenas y el derecho al matrimonio civil igualitario.

Hoy, mañana y el martes se viven las jornadas finales porque la Carta de Derechos debe estar lista el 31 de enero.