El calendario del ya merito
2015 debe ser un año histórico para el extricolor y demostrar que ha dejado de ser un adolescente caprichoso e irreverente y con mejores criterios futbolísticos y madurar para convertirse en un adulto competente. El equipo que vestirá de blanco o negro tiene un ...
2015 debe ser un año histórico para el extricolor y demostrar que ha dejado de ser un adolescente caprichoso e irreverente y con mejores criterios futbolísticos y madurar para convertirse en un adulto competente. El equipo que vestirá de blanco o negro tiene un calendario de 12 partidos amistosos y oficiales, más los que pueda jugar a partir de la segunda ronda de la Copa América y luego la Copa Oro.
De alguna u otra manera, la selección mexicana llegará a los 800 partidos internacionales de categoría “a” y en el torneo de naciones de Concacaf, se convertirá en la cuarta representación nacional en cumplir 400 juegos oficiales, junto con Brasil, Argentina y Uruguay. Por la cantidad de encuentros y roce internacional, el equipo mexicano está obligado a ganar la Copa Oro y al menos llegar a la final en Sudamérica para justificar la inversión, de otra manera, se quedará por siempre en el “ya merito”, ya que no hay otro conjunto que representa a un país, que se prepare tanto y la mayoría de las veces ha sido tanto para nada.
En el campeonato mundial reciente, la mayoría sintió el empate contra Brasil como si fuera un triunfo. Que yo recuerde, eso vengo escuchando desde pequeño, lo mismo de que México le juega de tú a tú a cualquiera, pero siempre se atraganta al dejar escapar la victoria de las manos o en los últimos minutos. Hay que recordar que la selección mexicana ganó por primera vez a Inglaterra en 1959, a Argentina en 1967 y a Brasil en 1968, hace medio siglo en promedio. Esos triunfos se han repetido de manera esporádica, pero no constante, tan es así, que se sigue quedando en la misma ronda de octavos de final de la Copa del Mundo, precisamente por no repetir actuaciones.
A fines del presente mes, México jugará en la fecha FIFA dos partidos amistosos contra Ecuador y Paraguay, rivales que en promedio están por debajo del nivel del cuadro norteamericano, por lo que la victoria será lógica y normal. Después, sin la legión extranjera suplente, enfrentará a Estados Unidos en el clásico de la región, para después sostener un par de encuentros antes de iniciar su participación en la Copa América, primero ante la débil Perú y hasta el quinto compromiso medirá fuerzas con un equipo competitivo y de jerarquía, Brasil, en su propio territorio.
En el certamen sudamericano, jugará ante Bolivia, Ecuador y el país anfitrión, Chile. Para decir que ha mejorado, peleará al primer lugar del grupo con el cuadro andino y deberá sumar siete puntos. Luego, no debe tener problemas para superar los cuartos de final y es de esperarse encontrarse con una selección de alto nivel en semifinales y ganarle para decir que la misión se ha cumplido, independientemente de lo que sucede en la final. Luego, la otra selección que estará concentrada, tendrá un partido de fogueo ante Honduras antes de disputar la Copa Oro. Ya se sabe que, para asistir a la Copa Confederaciones 2017 en Rusia, deberá recuperar el trono de la Concacaf pasando por encima de cualquier rival, para después, disputar el pase contra Estados Unidos, ganador de la edición 2013.
La mesa nuevamente está puesta y no hay pretextos. Para presumir que hay superación, simplemente hay que pasar de grado al siguiente nivel, de no hacerlo, la selección mexicana seguirá en el mismo lugar que le conocimos hace medio siglo o en 1993 cuando fue invitado por primera vez a la Copa América.
