A 20 años del accidente, Marco Magaña tendrá homenaje
Hoy se cumplen dos décadas de la muerte del sobresaliente piloto mexicano, a quien se le recordará este sábado en el autódromo capitalino

CIUDAD DE MÉXICO, 30 de mayo.- Marco Magaña fue una de las promesas del automovilismo mexicano a principios de los 90, pero un trágico accidente en el Autódromo de Monterrey acabó con su vida el 30 de mayo de 1993. Hoy, la familia del deporte motor lo recuerda como uno de los grandes y le prepara un homenaje este fin de semana en el Autódromo Hermanos Rodríguez, en el marco de las carreras de Panam GP Series, Copa TC-200 y Súper Turismo.
Magaña nació el 10 de marzo de 1954 en el Distrito Federal. En 1979 comenzó en el mundo del automovilismo y, posteriormente, en 1980 se une a la primera categoría donde dio cátedra de lo que era un buen manejo, los Turismo Sport 1,600.
Esta habilidad lo llevó a coronarse en tres ocasiones dentro de la categoría y su éxito siguió en cada campeonato en el que participaba, como la Pony III, Fórmula K y Fórmula 2.
La facilidad de adaptar su manejo a distintas superficies le dio la oportunidad de participar en un rally con su gran amigo Adrián Fernández como navegante.
Además, también tuvo participaciones internacionales. En la temporada de 1990 tuvo la oportunidad de correr en el serial estadunidense Impresa, en la categoría de GTP-Light (prototipos) y además logró tener una aparición en las 24 horas de Daytona, en la que consiguió el cuarto lugar.
En el año 93, Marco se encontraba en su mejor momento. Con 39 años de edad había perfeccionado su técnica de manejo y se encontraba participando en uno de los mejores equipos, el de Josele Garza, en la Fórmula 2 de la Copa Marlboro, uno de los campeonatos más importantes del país.
Las cosas no iniciaron muy bien, pues después de liderar la mayor parte de la primera competencia que se realizaba en León, Guanajuato, un contacto lo dejó fuera. El panorama cambiaría en las siguientes carreras, donde su dominio se dejó ver con sus victorias consecutivas, en Chihuahua y Hermosillo.
Era la quinta fecha de la F2, y se disputaba en Monterrey. Excélsior estuvo presente el día de la competencia y en la edición del 1 de junio de 1993, publicó la crónica de lo ocurrido:
“El autódromo local fue escenario de una tragedia automovilística en la cual perdieron la vida el piloto capitalino Marco Magaña Palacios, así como Alfonso García Garza, colaborador de una radiodifusora local; además cuatro heridos y el motociclista Francisco Ramírez sufrió otro accidente.
“El accidente ocurrió en la vuelta 12 de 40 pactadas de la quinta fecha del campeonato Fórmula 2. Una piedra “pellizcada” por la llanta de uno de los monoplazas de la prueba, pegó en el casco de Magaña, quien perdió el control de su máquina -iba a 230 kph-, la que se proyectó sobre un talud y el auto se elevó más de siete metros.
Cayó en un sector donde se encontraban algunos aficionados y Marco murió instantáneamente, lo mismo que el comunicador local.
El bólido terminó su viaje sobre una camioneta; el fatal accidente ocurrió a eso de las 13:55 horas.”
Así, 20 años después sus amigos más cercanos preparan un homenaje para recordar al destacado piloto, sacando a la pista de la catedral del automovilismo mexicano una réplica del monoplaza con el que competía en aquel momento, que será manejado por su ex coequipero Fernando Guerrero, y otros pilotos que competían con él, entre los que destacan: Rafael Martínez, Rubén García Novoa, Enrique Contreras y Jorge Goeters.
Además la Federación Mexicana de Automovilismo entregará a su familia un reconocimiento en su honor.
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