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Los filetes, lomos o postas de pez Totoaba que se venden en restaurantes, comercios especializados o mercados del país, no necesariamente son de ejemplares capturados de manera ilegal en el Alto Golfo de California, ya que siete criaderos de esta especie endémica, es decir, exclusiva de la región, cuentan con permiso de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), como Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA).
En puertos, aeropuertos y fronteras, a veces las propias autoridades tienen dudas sobre la procedencia legal de productos o subproductos de Totoaba macdonaldi, que rápidamente se pueden resolver revisando los documentos (facturas o notas de remisión), que avalen que la carga proviene de una planta de cultivo autorizada, en caso contrario, podría tratarse de un caso de tráfico ilegal de una especie en peligro de extinción, que está en veda desde el 1 de agosto de 1975.
A través de una solicitud de información con base en la Ley de Transparencia, la Semarnat dio a conocer que el criadero de Totoaba más antiguo con registro del 22 de junio de 2009 es la Unidad de Biotecnología en Piscicultura de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), ubicada en Ensenada, Baja California, número de autorización SGPA/DGVS/03751/09 y clave de registro DGVS-CR- IN-1084-B.C./09.
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Le sigue el Centro Reproductor de Especies Marinas del Estado de Sonora (CREMES), localizado en Hermosillo, Sonora, con fecha de registro 5 de septiembre de 2011 y número de autorización SGPA/DGVS/06825/11 y clave de registro DGVS-CR- IN-1396-SON/11.
Posteriormente encontramos la UMA de Earth Ocean Farms, asentada en la Paz, Baja California Sur, registrada el 3 de abril de 2012 y el 4 de abril de 2017, con números de autorización SGPA/DGVS/02784/12 y SGPA/DGVS/02904/17, así como clave de registro DGVS-CR- IN-1485-B.C.S./12.
Pacifico Acuaculture S. de R.L. de C.V, en Ensenada, Baja California con dos registros, el 10 de julio de 2012 y el 4 de noviembre de 2015, números de autorización SGPA/DGVS/05655/12 y SGPA/DGVS/12541/15, con clave de registro DGVS-CR- IN-1519-B.C./12.
DENEB de la empresa CYGNUS Ocean Farms, localizada en Guaymas, Sonora, registrada el 17 de enero de 2017 y el 17 de septiembre de 2018 con números de autorización SGPA/DGVS/00268/17 y SGPA/DGVS/009141/18, clave de registro DGVS-UMA- IN-1821-SON/17.
Acuario Oceánico, es la Unidad de de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre que opera en la plataforma flotante bautizada como "El Nido" en San Felipe, Baja California, que en su momento iba a servir para el proyecto fallido de mantener a ejemplares de vaquita marina en cautiverio, con registro el 25 de mayo de 2018, número de autorización SGPA/DGVS/004571/18 y clave de registro DGVS-UMA- IN-1848-B.C./18.
Así como Desarrollo del Alto Golfo de California, en San Luis Río Colorado, Sonora, registrada el 30 de noviembre de 2018, con número de autorización SGPA/DGVS/12716/18 y clave de registro DGVS-UMA- IN-1859-SON/18.
Platillo cotizado
El filete, lomo o postas de pez Totoaba criado en cautiverio, al horno o sellada al sartén y basteada con mantequilla, es un platillo suculento que se sirve por igual en restaurantes de Polanco en la Ciudad de México o en La Paz, Baja California Sur, que alcanza precios de alrededor de 350 pesos.
Por ejemplo, El Navegante, uno de los principales introductores y distribuidores de pescados y mariscos en el emblemático mercado de la Nueva Viga, en la CDMX, tiene en su lista de precios del mes de julio, el kilogramo de Totoaba entera fresca en 335 pesos y la Totoaba lomo fresco en 560 pesos.
En su caso, Earth Ocean Farms, hace envíos a domicilio de porciones de filete congelado de Totoaba de poco más de un kilogramo de peso a un precio de 462 pesos, ya con impuestos incluidos.
Es importante mencionar que lo que capturan los traficantes de especies en el medio natural, son los ejemplares de Totoaba silvestres de gran tamaño, principalmente hembras, porque son las que tienen más desarrollada la vejiga natatoria.
La vejiga natatoria o buche de las totoabas, altamente cotizadas en el mercado negro de China, sirve a los peces para controlar su flotabilidad neutral en el agua, sin la necesidad de hacer un esfuerzo muscular.
Un buche de Totoaba de más de un kilogramo deshidratado puede costar hasta un millón de pesos en Hong Kong.
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Para los chinos las vejigas natatorias de Totoaba son símbolo de poder y en la medicina tradicional se cree que tienen propiedades curativas y afrodisíacas.
En el Alto Golfo de California, los pescadores furtivos capturan los ejemplares de Totoaba, les quitan las vejigas natatorias y tiran los restos al mar, para deshacerse de la evidencia, por lo que es común encontrar cadáveres putrefactos arrastrados por la corriente a la orilla del mar.
La captura ilegal de Totoaba con redes de enmalle en San Felipe, Baja California y el Golfo de Santa Clara, Sonora, tiene a la vaquita marina a un paso de la extinción, ya que al compartir hábitat con este cotizado pez, cae atrapada y muere ahogada sin poder salir a respirar a la superficie.
El último cálculo establece que sólo quedan alrededor de 10 ejemplares de vaquita marina, incluidas tres crías, observadas en 2020.
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