La casa de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, en Roma, atesora una camiseta manchada de sangre con las iniciales “JP” en la etiqueta. Perteneció a Juan Pablo II. La traía el 13 de mayo de 1981, el día en que el turco Mehmet Ali Agca intentó asesinarlo.
Está rasgada de los costados y tiene orificios. Esta reliquia cuenta con certificados de autenticidad. Y para los fieles es muestra de un milagro atribuible a la Virgen de Fátima...
Si la bala hubiera ingresado dos milímetros más arriba o más abajo, Karol Wojtyla hubiera muerto. “El atentado fue muy fuerte”, señala en entrevista con Excélsior Digital, Javier Martínez Brocal, director de Rome Reports.
En este edificio, a unos diez minutos del Vaticano, estaba la pensión en la que se alojaba Ali Agca para atentar contra Juan Pablo II. Hoy es un edificio sin carteles, insignias y ni siquiera portero electrónico. #Misterios de #Roma pic.twitter.com/cZ1hVXJAfi
— Javier Martínez-Brocal (@javierMbrocal) May 13, 2021
El entorno era un momento muy delicado. Estaba cambiando la sociedad. Se buscaba un equilibrio y sensibilizar sobre la situación de los países, que estaban bajo los regímenes del totalitarismo comunista. Y que le dispararan (a Juan Pablo II), dejó a todos confundidos”.
A 40 años del atentado, la casa de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl se convirtió en un lugar de peregrinación, además de un centro de ayuda para migrantes y madres solteras.
¿Cómo llegó la reliquia de Juan Pablo II?
Martínez Brocal nos cuenta que el día del atentado, el Pontífice fue trasladado de emergencia al policlínico Gemelli.
No había tiempo que perder. A la cabeza del equipo médico se encontraba Francesco Crucitti. La fatalidad rodeaba el lugar. Renato Buzzonetti, médico de cabecera del Papa solicitó al cardenal Stanislaw Dziwisz, dar a Wojtyla la unción de los enfermos.
En el policlínico Gemelli se intensificó la movilización del personal de salud. Prepararon a Juan Pablo II para una cirugía. Cortaron la camiseta ensangrentada y la lanzaron al piso. La enfermera Anna Stanghellini tomó la prenda y la guardó; por varios años la mantuvo en su clóset, hasta que decidió acercarse a las hermanas de la casa de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y contó el suceso.
Stanghellini donó la prenda a la Iglesia, a las monjas y se convirtió en una de las reliquias más importantes de Juan Pablo II. Era la ropa del Papa y luego manchada de sangre”, señala el director de Rome Reports.
Un día como hoy, hace 40 años, el Papa San Juan Pablo II se salvó de morir tras ser herido de bala, gracias a la Virgen de Fátima. https://t.co/yx1QEXlvYx
— ACI Prensa (@aciprensa) May 13, 2021
El milagro de la Virgen de Fátima
El atentado se dio el 13 de mayo, día de la Virgen de Fátima. Juan Pablo II atribuía haber sobrevivido a una obra sagrada. “Una mano disparó, otra mano desvió el proyectil”, decía.
En la Plaza de San Pedro hay una especie de baldosa de mármol, que señala el punto exacto donde el papa Juan Pablo II cayó cuando le dispararon”.
La devoción y agradecimiento que el Papa profesó a Fátima se formalizó en 1983, al donar la bala que le extrajeron al Santuario de Fátima y que está engarzada en la aureola de la corona de la imagen.
El 12 de septiembre, la #beatificacion del cardenal Wyszyński#Polonia #JuanPabloII #VaticanNews #cardenaleshttps://t.co/p4KrLbhCBk
— Vatican News (@vaticannews_es) April 24, 2021
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