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Irán “es un régimen tiránico y misógino”

Narges Mohammadi se encuentra presa desde 2021 por su activismo para defender la libertad de las mujeres en su país

Liliana Moscoso / AFP | 11-12-2023
Los mellizos de 17 años, Ali y Kiana, aceptaron el Premio Nobel en nombre de su madre, que está encarcelada en Irán
Los mellizos de 17 años, Ali y Kiana, aceptaron el Premio Nobel en nombre de su madre, que está encarcelada en Irán. Foto: Reuters

OSLO.— La activista iraní Narges Mohammadi, encarcelada en su país desde 2021 en la prisión de Evin, criticó  el “régimen religioso tiránico y misógino” de Irán en un discurso leído por sus hijos, que aceptaron el premio Nobel de la Paz en su nombre en Oslo.

Mohammadi, que protesta contra el uso obligatorio del velo para las mujeres y la pena de muerte en Irán, ha sido detenida y condenada en numerosas ocasiones en las últimas décadas.

Sus mellizos de 17 años, Ali y Kiana aceptaron el premio durante la ceremonia en el ayuntamiento de la capital de Noruega y leyeron un discurso que  la galardonada logró transmitir desde la cárcel.

Soy una mujer de Oriente Medio, de una región que, aunque es heredera de una rica civilización, se encuentra actualmente atrapada en la guerra y presa de las llamas del terrorismo y el extremismo”, afirmó en su mensaje, escrito “detrás de los altos y fríos muros de una prisión”.

Soy una mujer iraní que se siente orgullosa y honrada de contribuir a esta civilización, que hoy es víctima de la opresión de un régimen religioso tiránico y misógino”, añadió, instando a la comunidad internacional a hacer más por los derechos humanos.

La activista de 51 años fue nombrada ganadora del Nobel de la Paz en octubre “por su lucha contra la opresión de las mujeres en Irán y su combate por promover los derechos humanos y la libertad”.

Es una de las principales figuras del movimiento de protesta Mujer, Vida, Libertad en Irán, desencadenado por la muerte bajo custodia policial, el año pasado, de Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años detenida supuestamente por vulnerar el estricto código de vestimenta que rige en el país para las mujeres.

El hiyab obligatorio impuesto por el gobierno no es ni una obligación religiosa ni un modelo cultural, sino un medio de controlar y someter a toda la sociedad”, reiteró Mohammadi, calificándolo de “vergüenza gubernamental”.

Al tiempo que Oslo celebraba su premio, Mohammadi inició una huelga de hambre en solidaridad con la comunidad bahaí, la mayor minoría religiosa de Irán, que afirma estar discriminada.

 

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clm

 

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