BARCELONA.
A dos años del referéndum que consultó la independencia de Cataluña de España, el mayor tribunal del país condenó a los líderes separatistas.
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo condenó a 13 años de prisión al exvicepridente de la Generalitat de Cataluña, Oriol Junqueras, por los delitos de rebelión y de malversación de fondos públicos.
La presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Carme Forcadell, fue condenada a 11 años. Los líderes Jordi Sánchez y Jordi Cuixart recibieron nueve años. Joaquim Forn, exconsejero, 10 años. Jordi Turull, consejero, 12 años.
Raül Romeva, consejero, 12 años; al igual que la maestra Dolors Bassa. Josep Rull, 10 años.
Los exministros regionales Santi Vila, Carles Mundó y Meritxell Borrás, fueron condenados a una multa y a 20 meses de inhabilitación.
La Justicia los procesó por organizar el referéndum del 1 de octubre de 2017 y la declaración unilateral de independencia, el 27 de ese mes.
Los siete jueces del tribunal apoyaron por unanimidad la sentencia condenatoria por sedición, como pedía la Abogacía del Estado.
Sin embargo, descartaron el delito de rebelión, del que eran acusados por la Fiscalía española, el cual supone hasta 25 años de cárcel.
Los condenados no cometieron este delito porque, a pesar de que hubo “indiscutibles episodios de violencia” no fue suficiente.
El Estado mantuvo en todo el momento el control y la independencia se convirtió “en una mera quimera”, de acuerdo con la sentencia, de 493 páginas.
Tras el fallo, el presidente del gobierno español en funciones, el socialista Pedro Sánchez, afirmó que España “es una de las mejores democracias del mundo. Aseguró que el juicio tuvo lugar “con plenas garantías”.
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